Cada cita electoral produce expectación ante la posibilidad o la utopía de la unidad de la izquierda; ese conjunto de partidos que se determina verde, feminista y progresista que en Canarias ha estado representada por diversas formaciones a lo largo de su historia. En estos comicios, la irrupción de Proyecto Drago, liderada por el exsecretario de Organización de Podemos Alberto Rodríguez, ha sacudido el tablero político generando distintas alianzas. El pulso entre esta formación con Podemos y los movimientos del resto de fuerzas será decisivo en un territorio fragmentado, diverso y donde el nacionalismo, refundado en algunos partidos como canarismo (el caso de Nueva Canarias) también se reivindica como un actor con votantes de izquierda. Los últimos movimientos; alianza entre Drago, Verdes Equo y Ahora Canarias (un partido de carácter independentista) frente al avance entre Podemos e IUC por otro lado, cierran la puerta a una sola gran confluencia de cara al 28 de mayo.
Esa posible unidad de la izquierda era el mandato del último congreso de Sí se Puede (partido surgido en 2006, anterior a Podemos y con gran implantación en Tenerife). Desde esta formación llevan meses proponiéndose como mediadora o como dice uno de sus portavoces, Hugo Cejas, como el “pegamento” de la izquierda. Muchos de los actores políticos lo ven como el único partido capaz de hacerlo al no tener influencias estatales ni por su organización interna ni por vínculos del pasado. Desde las elecciones de 2015 ha llegado a alianzas con Podemos y fruto de ella es la representación en el Parlamento en los últimos ocho años, con el diputado Paco Déniz. Los acuerdos con esta fuerza también se producen en grandes ayuntamientos, como La Laguna, con un referente como el concejal Rubens Ascanio. “Estamos obligados, que no condenados, a entendernos por el bien de nuestro pueblo canario”, defendía recientemente otro portavoz, Alexander Velázquez.
El partido ha mantenido contactos con el mayor número posible de fuerzas y no desiste en el empeño de lograr esa gran alianza, que traspase el horizonte de 2023. Desde el pasado mes de septiembre forma parte oficialmente de la mesa que se creó con Podemos, IUC, Más Canarias y Verdes Equo para analizar esa posibilidad, de la que estos dos últimos se han dado de baja. La formación vinculada a Íñigo Errejón y liderada en esta comunidad por Javier Navarro ha abierto un período de reflexión y escucha; mientras que Verdes Equo cierra un acuerdo para trabajar en una posible lista conjunta con Alberto Rodríguez, que espera seguir sumando aliados.
Ambas fuerzas insisten en que la confluencia con Podemos no salió adelante por desacuerdos con el nombre (querían que traspasara la sopa de siglas y se barajó La Confluencia o Canarias en Plural), algo que insisten en que estaba ya superado. Tampoco se han puesto de acuerdo en la configuración de las listas. Sobre la cuestión del nombre, desde Podemos consideran deshonesto con los votantes esconder sus siglas y han indicado que en las coaliciones electorales aparecen las siglas de todas las formaciones que participan. La coordinadora de esta fuerza en Canarias, Laura Fuentes, ya aseguró en el aniversario del partido que habrá una papeleta con el nombre de Podemos.
Los últimos movimientos en la mesa de confluencia llegan después de que Proyecto Drago firmase el acuerdo del Turia, del que forma parte Más País, Verdes Equo, Compromís, Més per Mallorca, la Chunta Aragonesista, Coalición por Melilla y Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía en Ceuta. Drago ha insistido en que no se trata de una alianza electoral, algo que no ha sido visto con los mismos ojos por todos. “Alberto Rodríguez ha decidido alejarse de Podemos y formar parte de otro movimiento político y vemos que aquello que se supone que era de obediencia canaria no lo es tanto”, dijo en declaraciones a los periodistas la actual consejera de Derechos Sociales de Canarias Noemí Santana (Podemos). También el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, llegó a decir que “nunca se imaginaron que Alberto Rodríguez acabaría con Errejón y Baldoví.
Desde Verdes Equo, remarcan que su alianza con Drago no viene dada por el acuerdo del Turia. La coportavoz de la formación Esther Gómez señala que Drago irrumpió cuando la mesa de confluencia con Podemos ya estaba creada, pero que sí que mantenían conversaciones con los integrantes de ese proyecto. Además, espera que esta decisión no suponga un problema con otros acuerdos que sí que mantiene con la formación morada en varias instituciones. Más Canarias se constituyó oficialmente el pasado año y no tiene representación política aún. Desde la formación insisten en que sí estaban por la labor de cerrar una gran confluencia, pero ahora se abre un proceso de escucha.
Otra irrupción en este escenario es Reunir, un partido apoyado por las también exdiputadas de Podemos Meri Pita y Carmen Valido, así como otros exmiembros de la formación morada en Canarias. Emma Colao, su portavoz, afirma que ha hablado con Alberto Rodríguez, Más Canarias, IUC y otras fuerzas. Con Podemos indica que no lo han hecho porque es este partido el que ha puesto líneas rojas. “Por nuestra parte no la hay. Entendemos que sin tener ninguna línea roja hay que hablar de proyecto y propuestas electorales”, apunta. Sostiene que aunque Reunir se haya constituido como partido funciona como movimiento social, y que desde estos espacios se consensuarán candidaturas, propuestas y acuerdos con otras formaciones priorizando el programa. “Estamos intentando reorganizar un punto encuentro para poner en conjunto esas propuestas que llevamos trabajando tanto tiempo y luego nunca surgen efecto en la institucionalidad”, insiste la portavoz, que recuerda que la intención es llegar al Parlamento pero también a otras instituciones locales e insulares.
Reeditar un pacto con PSOE y la ley electoral canaria
Una de las cuestiones que genera división en la izquierda es la posibilidad de llegar a acuerdos con el PSOE o reeditar el llamado pacto de las flores (que con los socialistas, Nueva Canarias y el partido de Casimiro Curbelo, AGS, hizo presidente a Ángel Víctor Torres en 2019 acabando con casi 30 años de gobiernos de Coalición Canaria). La actual consejera de Derechos Sociales, Noemí Santana, ha abogado varias veces por volver a sellar el acuerdo si dan los números, aunque no sin requisitos. “En la mesa de negociación del 'pacto de las flores' nosotros no vamos a firmar un cheque en blanco. Si el PSOE quiere seguir gobernando con Podemos tendrá que asumir la ecotasa, igual que el resto de fuerzas políticas”, dijo recientemente en un acto del Podemos, que defiende ser la formación que impediría que vuelva a gobernar CC.
Este periódico ha intentado varias veces conocer más detalles del Proyecto Drago, pero desde el partido (que se encuentra en el registro oficial del Ministerio de Interior desde diciembre) afirman que aún se están gestionando las entrevistas. En sus redes sociales han asegurado que “ââpactar solo para mantener puestos, estatus o dinero es política conservadora de la peor escuela. Ningún sillón ni sueldo público vale más que la defensa de nuestro pueblo y nuestras islas. La sociedad civil está marcando el camino.Y lo vamos a recorrer caiga quien caiga”. Rodríguez fue muy crítico con el Gobierno de Canarias en una entrevista en la Cadena Ser. Drago también se ha negado a sentarse en una mesa que solo esté constituida por partidos políticos al considerar que los movimientos sociales deben estar presentes.
Sí se Puede y Podemos se presentaron juntas al Parlamento de Canarias hace cuatro años. La coalición Sí Podemos obtuvo 78.532 votos, lo que se tradujo en cuatro escaños. Izquierda Unida, que se presentó aparte, logró 9.115. Nueva Canarias, con 80.891 votos, logró un escaño más y, por tanto, mayor poder en el Gobierno de coalición. Ese mismo año la comunidad autónoma estrenó un nuevo sistema electoral inédito, que supone la votación en dos urnas a la Cámara Regional. Por ello, los partidos han de presentar una lista autonómica y una insular. Alberto Rodríguez ya ha anunciado que será el candidato de Drago a la lista regional, una decisión que será “irrevocable”.
Desencuentros tras la pérdida del escaño
La irrupción de Drago llega después de más de un año de desencuentros entre Rodríguez con su antiguo partido tras perder su escaño. Desde Podemos han subrayado que esa pérdida fue “injusta” y el exdiputado sigue luchando por que se le devuelva, ya que la sentencia en la que se condena por agresión a un agente tras un proceso judicial de ocho años no contemplaba tal pena. “Tengo clara mi inocencia y que esto ha sido una cacicada, un atraco a la voluntad democrática y al pueblo canario, y haré todo lo que esté en mi mano jurídicamente”, dijo Rodríguez cuando días después anunció que dejaba la formación y se regresaba a Tenerife, donde le recibieron seguidores y miembros de la formación morada en el aeropuerto. Ahora, su caso se encuentra en el Constitucional, que deberá deliberar si se vulneraron sus derechos fundamentales.
Tras su salida del Congreso, Podemos Canarias aseguró públicamente que no iba a presionar a ninguna persona de la lista para que ocupara el escaño de Rodríguez, una persona a la que mencionaban como referente de la izquierda y un compañero muy querido. El exdiputado consideró en el programa ‘Salvados’ que el partido podría haber hecho más por que él conservara su escaño. En esa entrevista también dijo que de la coalición Unidas Podemos quien sí lo había llamado era Yolanda Díaz. La vicepresidenta y ministra de Trabajo se ha enfocado en los últimos meses en su proyecto político, Sumar, y una persona cercana a su entorno, Hector Morán (asesor en el Ministerio de Trabajo) acudió a la presentación de Drago como uno de los componentes del mismo. Desde entonces, se especula con la alianza que ambos proyectos podrían tener en un futuro, sin que se haya confirmado nada al respecto.
El escaño de Rodríguez sigue vacío. La número dos en la lista en la que concurrió a las generales de 2019, Fátima González (de IUC), anunció que no ocuparía el escaño, mientras que en el caso de la número tres, Patricia Mesa, ha mostrado su apoyo al compañero de filas y no ha ocupado el escaño. Algunos miembros del partido, especialmente en el ámbito estatal sí que abogaron públicamente por ocupar ese escaño, en especial tras la votación de la reforma laboral. No es el único escaño que ha perdido Unidas Podemos de Canarias. Meri Pita (diputada por Las Palmas) anunciaba el pasado año pasarse al grupo mixto y su partido tachó la decisión de “transfuguismo”.