LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 23 (EUROPA PRESS)
La promotora Realia, encargada del proyecto de 'El Canódromo', en Las Palmas de Gran Canaria, ha asegurado que estas obras ya ha generado “ventajas” sociales para los vecinos de la zona.
Realia, en un comunicada, resaltó que estas “ventajas” se sustentan en que se ha dotado a la zona de un parque público y una biblioteca municipal, que “ya están en funcionamiento”.
De esta forma, la promotora salía al paso de la sentencia de la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) sobre la que puntualizó que se ha dictado la “nulidad” de la licencia que “tiene su causa en la anulación previa del planeamiento del que deriva, por sentencia que aún no es firme y que ha sido recurrida previamente en casación ante el Tribunal Supremo”.
Ante esto, agregó que la solución final del Contencioso “deberá pasar necesariamente por una resolución firme del Alto Tribunal”.
Realia también insistió en que “todas” las obras de la promoción de 'El Canódromo' se han ejecutado con los “preceptivos permisos y licencias municipales y en riguroso cumplimiento de éstos”. Asimismo, aseguró que la promotora “mantiene la defensa de los legítimos intereses” de sus clientes, así como de las familias “afectadas y los suyos propios ante todas las instancias”.
Además, apuntó que “independientemente del grave daño” económico para Realia, la “suspensión” de la construcción de las torres “causa otros perjuicios”, tales como que la paralización de las obras “afecta a más de 100 familias” que sus puestos de trabajo “están directa o indirectamente vinculados con las obras --obreros, instaladores, industriales, suministradores, comerciales o técnicos--”.
También resaltó que el hecho de que se hayan suspendido las obras, ha provocado “decepción” de los clientes que “habían depositado sus ahorros e ilusión en una nueva vivienda, independientemente de que Realia les ha garantizado la devolución de su dinero con los correspondientes intereses”.
Finalmente, resaltó la “merma de ingresos futuros” que la suspensión de las obras supondrá para el comercio de la zona por el potencial consumo que podrían realizar las 120 familias una vez que ocuparan sus viviendas.