Marc Gavaldá, licenciado en Ciencias Ambientales y especialista en la compañía Repsol, sobre la que ha publicado varios libros, aseguró esta mañana en Arrecife que “Repsol no puede presumir de tenerlo todo controlado en prospecciones en aguas profundas”, ya que puso el ejemplo de Brasil, donde, señaló, “no ha parado de haber vertidos” en unas prospecciones de este tipo.
Gavaldá dio una rueda de prensa en la sede de la asociación ecologista El Guincho, previa a su intervención esta noche en la Sociedad de Valterra. En ella señaló que la extracción de petróleo siempre va acompañada de gas y aguas de formación, que son aguas fósiles con una gran concentración de metales pesados y que se liberan al extraer el crudo y contamina tanto el mar como la fauna marina.
También señaló que la redacción de los estudios de impacto ambiental por parte de Repsol no garantizaría que no ocurrieran daños ambientales ya que “el interés económico de los gobiernos por generar dividendos hace que se eluda en muchas ocasiones la obligación de las empresas de evitar los daños medioambientales”. Gavaldá dijo que el Reglamento europeo que se está elaborando podría no autorizar las prospecciones en aguas profundas tal y como ha pasado en Francia con su veto al gas pizarra porque no hay garantías de seguridad.
En su comparecencia, Gavaldá abordará el curriculum oculto de Repsol, un documento que se ha presentado esta misma mañana a la Junta de accionistas y que recoge irregularidades que no han sido difundidas. En ese documento se habla de los “pasivos ambientales” de la compañía, es decir, “destrozos ambientales en veinte países donde opera la compañía”. El documento se puede encontrar en la página web repsolmata.ourproject.org
En algunos, como Argentina, Perú, Bolivia o Ecuador se han detectado vertidos sistemáticos de aguas de formación a los ríos que contaminan el agua y los alimentos, así como epidemias en las poblaciones cercanas. También habló de los vertidos en la carga y descarga del crudo, como ocurre en Tarragona, donde aseguró, se ocultó una mancha de 1.900 hectáreas durante tres días. En Tarragona se ha formado una plataforma ciudadana para que no se pongan en macha más plataformas en el mar.
También habló del atropello a los derechos humanos en países como Liberia, Nigeria o Sierra Leona, donde existen conflictos bélicos y donde opera Repsol, y la creación de fuerzas paramilitares asociadas a los pozos en Argentina o Bolivia, con movilizaciones que causaron 67 muertos por parte del Gobierno.
Finalmente, este ambientalista hablé de contaminación, señalando que la Universidad Politécnica de Cataluña ha detectado la emisión de moléculas que no pueden ser emitidas en zonas urbanas y alertó de la contaminación que se produce en los puertos por las plantas de fraccionamiento o desulfuradoras o por los gases que acompañan al petróleo en los tanques y que se vierten al mar mezclados con agua en la costa y contaminan las playas cercanas.