En realidad, es sencillo de entender, pero requiere visión. Solamente con un frente amplio se puede crear un grupo parlamentario amplio, pero la amplitud no se mide por la cantidad de siglas de izquierdas aliadas, sino por la habilidad para coaligar un amplio espectro ideológico capaz de incluir a la izquierda, el centro y la derecha. Una pluralidad ideológica, de caracteres, liderazgos y personalidades, cuya asociación no fue prevista en el diseño del sistema electoral vigente y, precisamente por eso, lo puede desbordar.[...]
[...] La idea de que cada palo aguante su vela y Roma con Santiago entre en el Parlamento a la vez que se envía el mensaje de que se busquen la vida para entrar solos con sus propios votos en Fuerteventura y Lanzarote, es justa, pero lo arriesga todo a una carta por simple comodidad, cuando es momento de decisiones incómodas que, sí, seguramente nos desagradan, pero pueden resultar letales para las pretensiones de CC y esta, y no otra, es la cuestión. Acabemos, entonces, de una vez con este régimen bastardo.
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