El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, pidió este viernes “sensatez” y “ética” para que “Gran Canaria deje de ser la isla del no”, en referencia al rechazo ciudadano a nuevos proyectos de distinta índole que pueden condicionar su futuro.
Sin esta buena predisposición ciudadana y sin su participación activa, será imposible afrontar los retos que tiene la capital grancanaria para adecuarse a las demandas de la sociedad del siglo XXI y acometer así el plan estratégico que quiere diseñar el actual equipo de gobierno para sentar en él los cimientos de los cambios que precisa, tal y como han hecho otras ciudades españolas como Barcelona, Valencia o Bilbao.
Saavedra opinó que la ciudadanía no puede seguir identificándose “con la protesta” porque “esto no puede ser la isla del no a la prisión, del no al gas, del no a un centro de rehabilitación de jóvenes con problemas judiciales o de alcoholizados o de drogadictos”.
Al mismo tiempo, consideró que los medios de comunicación han de contribuir a fomentar un cambio de mentalidad, para lo que les pidió “ética para frenar estos desmanes”.
En un receso de la I Conferencia Estratégica La Ciudad que Tenemos, Saavedra afirmó que los problemas sociales y la articulación de la ciudad y sus barrios son algunos de los problemas prioritarios que hay que resolver en la capital grancanaria.
El alcalde insistió en que el horizonte que se ha marcado el equipo que trabaja en la elaboración del plan estratégico de la ciudad es el año 2020 y que aún se está en la fase de definir los retos futuros, que sentarán las bases de las propuestas que se definan dentro de dos años.
No obstante, estimó que los cambios que percibirá el ciudadano una vez que se materialicen estas propuestas podrían ser la existencia de nuevos empleos y más cualificados y de un nuevo urbanismo que responda al deseo de que la población vuelva a crecer y no se disperse por la isla, además de algún tipo de cambio en materia de transportes.
Por su parte, el director general de “Proa2020”, Francisco Rubio Royo, destacó las ganas y la ilusión que tiene la ciudadanía por participar en la definición de la ciudad que quiere y recordó que ésta es una carrera de fondo que durará muchos años, al tiempo que advirtió que sus resultados no serán todos tangibles.
Sin embargo, el alcalde destacó que no hará falta esperar tanto tiempo para ver cómo fructifican iniciativas ya estudiadas “y en pleno desarrollo”, entre las que citó la ubicación en el Puerto de La Luz y de Las Palmas de una base logística internacional en la que puedan operar organizaciones como Cruz Roja o Unicef para atender las “contingencias” que se produzcan en África.
“Por eso es por lo que tenemos que apostar rotundamente, pero no hay que esperar a 2020, esto hay que hacerlo ya porque hay otros que corren”, aseveró.