El Grupo Santana Cazorla ha asegurado que “sigue con absoluto rigor” las directrices que recibe del Cabildo de Gran Canaria en lo que se refiere al proyecto de obra de la carretera GC-60, que da acceso al pueblo de Tunte, en San Bartolomé de Tirajana.
Así lo ha afirmado en un comunicado tras las críticas de los vecinos de Tunte, ya que se trata de la empresa adjudicataria de las obras. El Grupo Santana Cazorla añadió que espera finalizar “a tiempo” los trabajos en esta carretera, ya que “quiere cumplir en tiempo y forma para no perjudicar a los vecinos de Tunte”.
De todos modos, la empresa señaló que entiende y lamenta “profundamente las quejas y los inconvenientes surgidos” pero incidió en que el Grupo “obedece, en todo momento, a lo que la Consejería de Obras Públicas dictamina”.
“Somos meros contratistas que no entendemos de intereses políticos sino que somos constructores que quieren hacer bien su trabajo”, recoge el comunicado.
En este sentido, subrayó que muestra de ello es que, atendiendo las instrucciones de los técnicos de Obras Públicas, “se vieron obligados a rectificar parte del proyecto y a comprar nuevos materiales, procedentes de Austria”. Sin embargo, a dicho equipamiento “no se dio salida en el Puerto de La Luz hasta el pasado lunes”, por lo que se prevé que comiencen a trasladarse hasta Tunte “lo antes posible”.