La Unión Europea ha aprobado los dos proyectos Life presentados por el Cabildo de Gran Canaria a la convocatoria de 2012, con lo que la isla recibirá 1,1 millones de euros para repoblar la Reserva Natural Especial de Güigüi y asegurar la reintroducción de la paloma rabiche.
Estos proyectos son los únicos que se han aprobado para Canarias, según han informado este viernes en una rueda de prensa el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, y la consejera insular de Medio Ambiente, María del Mar Arévalo.
La corporación aportará otros 1,1 millones de euros en cuatro ejercicios para financiar estos programas, que se deberán ejecutar en 52 meses y tienen como reto plantar 43.500 árboles entre la sierra de Orgazales y Montaña de los Cedros, en Güigüi, en el noroeste de la isla, y soltar 130 palomas rabiche en la zona del barranco de Azuaje, en el norte.
Los proyectos, denominados Life Güigüi y Life Rabiche, permitirán la creación de doce puestos de trabajo directos y el primero, además, posibilitará la supervivencia de los pocos ejemplares de cedro que existen en esta zona, un total de cincuenta, y que se espera que con esta actuación pueda haber 1.000.
Tanto Bravo de Laguna como Arévalo han subrayado que Gran Canaria ha logrado el 10% de los fondos que destinará la Unión Europea a España en el marco de esta línea ambiental, la más exigente, y a la que han optado un total de 1.159 solicitudes de los países comunitarios.
El proyecto para la reintroducción de la paloma rabiche, que desapareció de la isla hace más de un siglo, está asociado a la recuperación de los antiguos bosques de laurisilva, su hábitat natural, por lo que se reforestarán 1.000 hectáreas con ejemplares de laureles, brezos, viñátigos y barbusanos, entre otras especies, en los barrancos de La Virgen, Oscuro y Azuaje.
Hasta ahora se han liberado 31 ejemplares criados en cautividad y, aunque el proyecto pretende llegar a los 100, es posible que se puedan alcanzar los 150, según ha explicado el técnico del Cabildo Francisco Sosa.
En cuanto a la repoblación de Güigüi, se llevará a cabo en colaboración con el Jardín Botánico Viera y Clavijo, donde se germinarán las semillas de los cedros para asegurar su éxito.
Otra particularidad de este proyecto es que se colocarán captadores de niebla para asegurar su riego.
Además de cedros, se plantarán ejemplares de sabinas, acebuches, pinos, brezos y laureles, a una cota de entre 700 y 1.000 metros de altura sobre el nivel del mar, pues el objetivo es la restauración de los bosques termófilos propios de las islas.
La recuperación de estos árboles ayudará a la supervivencia de aves que están muy amenazadas en esta zona, como el cuervo.
El desarrollo de estos dos proyectos permitirán la creación de dos puestos de trabajo directos, según Arévalo, quien, al igual que Bravo de Laguna, ha expresado su satisfacción por haberlos conseguido, al tiempo que ha subrayado el reto que suponen para mejorar la naturaleza de la isla.