Ante un auditorio entregado cuyos aplausos crecían en intensidad a medida que la oradora hacía lo mismo con sus chascarrillos más populares o sus diatribas a los adversarios (llamó “papafrita” al presidente del Cabildo de Tenerife), Ana Oramas se deslizó hace unos días durante un mitin en Icod de los Vinos (Tenerife) por la sinuosa pendiente de las mentiras, del bulo, de las medias verdades y de las hipérboles, y todo en una intervención de poco más de 15 minutos.
Hubo de todo, desde referencias a Venezuela –tanto para rememorar su pasado de responsable de la diáspora en Coalición Canaria, como para descalificar a Podemos y a la Ley de Vivienda- hasta la nefasta gestión de la Tesorería de la Seguridad Social, pasando por la aprobación de la Ley de Vivienda o la necesidad que tiene Tenerife y Canarias de que su partido vuelva a gobernar. Ella es número 1 de la lista de CC al Parlamento por la isla de Tenerife, lo que significa que a partir del 28 de mayo dejará el Congreso de los Diputados.
Para ello, claro, es necesario el voto del cuerpo electoral canario. Y en varios pasajes de su intervención como telonera del alcalde de Icod, Francisco Javier González, Ana Oramas pidió el voto pese a no estar permitido por la Ley Electoral en estos momentos. Lo hizo haciendo previamente una descripción de lo que ella cree que son las inquietudes intelectuales y políticas del electorado: “Ya la gente no lee los periódicos, ya la gente no pone las noticias, y si pone las noticias dice quítame eso p’allá que no hacen sino insultarse todos los políticos”, dramatizó. “La gente ve las series, algunas en Televisión Española de esas turcas: y después, Sálvame, y después las series de Movistar. Y la gente joven oye música en la radio, no hay más, o lo otro, ¿cómo se llama? Spotify o no sé qué”.
Para, acto seguido, animar al respetable a ir a votar el día 28 de mayo: “Por eso los necesitamos a todos ustedes, los que están aquí, para que con el boca a boca le digan a la gente que si se quedan en casa y no van a votar, están votando, porque los ruines van todos a votar, y la gente buena pues dice, ”¡ay dios, son todos iguales… o estoy cansada, o total va a salir“(…) ”Tenemos que recuperar a Tenerife, a Canarias y tenemos que tener a Francis (...) porque el único programa que tienen el PP y el PSOE es echarnos“.
Para alimentar su teoría de que el único afán que tienen los principales adversarios de Coalición Canaria es desalojar a este partido de las instituciones, Oramas se atrevió incluso a mentir al asegurar que Fernando Clavijo, secretario general y candidato a la presidencia del Gobierno, no pudo formar gobierno en 2019 a pesar de haber ganado las elecciones. En realidad, CC obtuvo 20 diputados, frente a los 25 que alcanzó el PSOE. “Se tuvieron que unir cinco partidos para echarlo”, enfatizó la diputada. En realidad, el pacto de gobierno o Pacto de las Flores está compuesto por cuatro partidos: PSOE, ganador de las elecciones, junto a Nueva Canarias, Podemos y la Agrupación Socialista Gomera.
La única ocasión en la historia de la autonomía de Canarias en la que un partido político ganador de las elecciones no pudo gobernar se dio en 2007, con Juan Fernando López Aguilar de candidato a la presidencia por el PSOE. En aquella ocasión se pusieron de acuerdo Coalición Canaria y el PP de José Manuel Soria para impedir un gobierno socialista.
También tuvo el mitin de Ana Oramas dedicatorias al presidente del Gobierno de Canarias y a su ejecutivo, formado en 2019, en el que por primera vez en 30 años no estuvo Coalición Canaria. De Ángel Víctor Torres dijo que es un presidente cómodo para Pedro Sánchez, y, en un guiño al inveterado insularismo que Coalición Canaria explota dependiendo en qué isla se encuentre la persona que hable en su nombre, la diputada nacional trató de explicar el abandono que a su entender sufre Tenerife diciendo que “el presidente es de Gran Canaria; el vicepresidente, Román Rodríguez, de Gran Canaria; el consejero de Sanidad, de Gran Canaria; el consejero de Economía [en realidad es consejera], de Gran Canaria; la consejera de Educación, de Gran Canaria, que no conocen Tenerife, que no conocen el norte, que no conocen nada”. La consejera de Educación, Manuela Armas, es de Lanzarote, donde llegó a ser presidenta del Cabildo.
Pero los epítetos más duros fueron para Podemos, partido al que directamente acusó de haberse “cargado un país, una riqueza, todo” tras su entrada en el Gobierno de coalición en España. En un municipio como Icod, con un gran número de personas retornadas de Venezuela, Ana Oramas hizo la correspondiente incursión en la diáspora, asunto del que -según dijo- se estuvo ocupando durante 20 años en su partido. Para ilustrar su repudio al partido de Ione Belarra, soltó que gente de Venezuela le advirtió desde el principio que no usara su voto “para que Podemos llegue al Gobierno”.
Presumió en ese momento de ser la defensora de las gestiones de retorno de la gente emigrada a Venezuela, como los títulos, los carnés o las pensiones, y lanzó sin reparos que “la primera vez que se habló de pensiones no contributivas lo hizo una diputada canaria”, es decir, ella.
La Ley de Vivienda, “como en Venezuela”
No escapó de las referencias al Gobierno de coalición la reciente aprobación de la Ley de Vivienda, contra la cual votaron las dos diputadas de Coalición Canaria, ella y la grancanaria María Fernández, junto a la derecha y partidos nacionalistas conservadores (PP, Vox, Cs, Junts, PDeCat y PNV). “El PSOE y Podemos han aprobado una ley de vivienda que ahora deciden como en Venezuela, como en Venezuela. Lo primero es que tú, si alquilas tu vivienda, no la puedes alquilar al precio que quieras; si el tipo que se mete en tu casa, que compraste tú con tus ahorros, no te paga, no lo puedes echar, y encima no le puedes cortar la luz y el agua, y tienes que pagar la comunidad”. La supuesta impunidad para los okupas es uno de los bulos que han circulado recientemente con la aprobación de la Ley de Vivienda y que fue azuzado por el Partido Popular.