Hestia era considerada en la mitología griega la Diosa de la Cocina y en Las Palmas de Gran Canaria el joven cocinero Juan Santiago ha erigido un pequeño templo en honor a su historia en forma de restaurante. En el mismo y presidiendo las dos mesas de la cocina puede leerse el siguiente claim; “eat, smile, talk, drink, laugh, live, Hestia”. Cuando se conoce su propuesta, estas palabras cobran todo el significado que podríamos reunir en una sola frase, “la cocina trabajando en la búsqueda del disfrute del comensal”. De Juan y de Hestia hemos hablado en esta sección, y más que hablaremos si sigue haciendo las cosas como atesora su cocina, pero hoy queremos rendir un pequeño homenaje a la reina Isabel II de Inglaterra, en unos momentos donde todo el planeta mira con el corazón encogido hacia el Reino Unido.
Juan Santiago cuenta con un gran prestigio no solamente para el sector profesional canario sino que también cuenta con el apoyo del público como demuestra el hecho de que abriendo justo 6 meses antes de la pandemia, en 2019, ni él ni su equipo han tirado la toalla y afronta este último cuatrimestre del 2022 con el mismo ímpetu de siempre y con más ganas de crecer que nunca.
Pero hoy la actualidad manda por lo que vamos a viajar en el tiempo a los años 2010 y 2011 concretamente, donde la carrera profesional y también personal de Juan Santiago vivió unos momentos muy especiales ejerciendo como cocinero de la realeza británica en territorio escocés. “Con la crisis del 2009 me fui a Escocia a aprender inglés y trabajar en cocina tras haber terminado mis estudios en la escuela pública canaria dentro del IES San Cristóbal y tras un tiempo trabajando para Refresh Everyday by Sodexo, la empresa que atiende al Gobierno Británico en el edificio del Parlamento de Edimburgo, me eligieron como uno de los 8 cocineros que directamente servíamos el catering de la Casa Real Británica en cualquiera de sus actos en Escocia, bien para ellos o para sus invitados, así como condes, duques, etc. El lugar elegido para esas comidas o cenas era fundamentalmente el Palacio de Holyrood, ubicado en Edimburgo, un lugar mágico que estaba abierto a visitas del público excepto cuando estaba la Familia Real Británica allí, fundamentalmente en vacaciones ya que era uno de sus enclaves favoritos”.
En unos momentos como los que se están viviendo, Juan recuerda como “eso me llevó a conocer muy en profundidad una cocina muy clásica pero sobre todo a elaborar un plato del que he hecho más de los que hubiera querido hacer en toda mi vida, el Solomillo Wellington, plato que nunca faltaba en cualquiera de sus comidas”.
En Hestia desde su apertura el Wellington ha sido uno de sus platos estrella, pero yo les recomiendo sin duda que se decanten por el “Wellington Marino”, elaborado con Lubina Aquanaria y siempre por encargo previo. Les aseguro que no se arrepentirán, pocas veces habrán comido algo igual.
Concluía el chef con brillo en los ojos reconociendo que “fue una etapa maravillosa que terminó pronto porque motivos familiares me reclamaron otra vez en la isla, hoy es un bonito recuerdo y una fuente constante de inspiración, esfuerzo y sacrificio al recordarlo. Como anécdota me viene a la mente las tres veces que cociné para ella en el Palacio de Holyrood en Edimburgo, y cómo su difunto marido, Felipe de Edimburgo, entraba en la cocina a probar algo más de los platos que serviríamos mientras disfrutaba saltándose el protocolo”.
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