A la vuelta de las vacaciones estivales, el Gobierno de Canarias decidió impulsar el parque acuático Siam Park en San Bartolomé de Tirajana, en Gran Canaria; los proyectos de biomasa en el Muelle de la Esfinge en el Puerto de Las Palmas de Gran Canaria y en el de Granadilla en Tenerife; el Parque Eólico Las Colinas, en Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria), y la ampliación del Hotel Lopesan Villa del Conde Resort y Talaso, en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria).
Un impulso basado en la polémica ley que a principios de año y en los estertores de la pasada Legislatura aprobó el Gobierno que presidía Paulino Rivero con el voto en contra de toda la oposición por entender que, como decía la portavoz del Grupo Popular, Australia Navarro, abría la puerta a la discrecionalidad, que a su vez “abona el terreno a la prevaricación, porque depende del dedazo del presidente si ayuda a los empresarios amigos a agilizar una determinada inversión”.
Sin embargo, y pese a los feroces ataques que la ley tuvo por parte tanto del PP como de Nueva Canarias (NC), las primeras cinco inversiones estratégicas solo han sido rechistadas por el grupo parlamentario de Podemos.
La diputada Asunción Delgado ha cuestionado en la Cámara estas decisiones que, sin embargo, el presidente Fernando Clavijo avaló porque van a suponer “más de 1.500 puestos de trabajo de forma directa y el impulso a las energías renovables y a las infraestructuras de oferta complementaria turística”.
Y es que para Podemos, como antes para los ahora silenciosos PP y NC, lo importante es saber “quien forma parte de los consejos de dirección de esas empresas”, porque se teme que Clavijo está gobernando “para los más ricos y los más influyentes de Canarias” y no para “esos canarios que no le llaman a su teléfono o a su despacho”.
“Mi teléfono lo tiene mucha gente. Soy una persona cercana y asequible”, replicaba Clavijo a Delgado.
Kiessling y Francisco en el Parlamento
Desde luego, el hecho de que el empresario alemán afincado en Tenerife Wolfgang Kiessling (dueño de Loro Parque y Siam Park) pululara por los pasillos del Parlamento hace unas semanas, en plena sesión plenaria, no contribuye a quitar de la mente la imagen que en enero decía José Miguel Barragán, secretario general de CC, que era el objetivo de la Ley de Inversiones Estratégicas: “No hay discrecionalidad y arbitrariedad, sino rigor y regulación en un tema que normalmente se hace en pasillos y despachos”.
Y es que Kiessling iba acompañado en su visita a la Cámara regional por el ex consejero del Gobierno y ahora presidente de CEOE-Tenerife, José Carlos Francisco.
“Quemar biomasa ni es sostenible, ni es renovable ni mejora el medioambiente”, soltó como tres aldabonazos Delgado para desbaratar uno de los argumentos presidenciales. “Lo único que hace es acabar con los bosques, empobrecer los suelos y contaminar el aire”, remachó para rebajar el discurso ecologista de Clavijo, conminándole a invertir en “energía del sol, de la mar, de la tierra y del viento”.
Pero el meollo del cogollo del debate sobre la discrecionalidad o no de las inversiones estratégicas no era ese, sino “la foto que se hizo este verano bajando por un tobogán en el que se le veía muy divertido”.
“Ha sido la invitación más rentable que le ha salido a Siam Park”, espetó Delgado para recordar que el estratégico parque acuático de San Bartolomé de Tirajana es del mismo empresario que el del sur de Tenerife.
Cuatro miserables puestos de trabajo
Y en el caso de la iniciativa de Lopesan, que el Gobierno ha defendido que va a “crear empleo” y “consolidar” la urbanización de Meloneras como destino de calidad, Delgado volvió a cuestionar que la misma fuese estratégica y regional: “¿Qué le puede importar a un herreño la ampliación de un hotel en Gran Canaria?”.
“No comparto esa visión estrecha de que si es bueno para Gran Canaria no es bueno para El Hierro. Lo que sea bueno para El Hierro es bueno para Canarias, y lo que es bueno para Gran Canaria lo es también para Canarias”, se defendió el presidente en uno de los enfrentamientos más duros que ha tenido hasta ahora con la oposición.
Y es que esa ampliación hotelera, para la diputada de la formación morada, “solo va a crear cuatro miserables puestos de trabajo para los canarios, porque los demás vendrán de fuera”.
“El Gobierno gobierna para todos los canarios, y uno de los objetivos para que sean estratégicas las inversiones es que van a generar 1.500 puestos de trabajo”.
Hay que recordar que, según dijo el consejero de Agricultura en su calidad de portavoz del Ejecutivo, Narvay Quintero, el pasado 4 de septiembre, en el caso concreto de Siam Park la inversión será de 10 millones de euros, con más de 500 trabajadores empleados en la construcción y otros 300 en plantilla, mientras que los proyectos de biomasa contemplan una inversión de más de 100 millones cada uno, con 500 trabajadores en la construcción y más de 40 fijos en cada isla.
Respecto al Parque Eólico Las Colinas, se instalarán 9.300 kilowatios de potencia eléctrica en cuatro aerogeneradores de 2.300 kilowatios que van a permitir que se autoabastezcan de energías renovables unas 7.500 viviendas.
“Usted es el presidente del Gobierno de Canarias, no el presidente de una cadena hotelera” dijo Delgado a Clavijo, por lo que le conminó a que “retire la declaración de interés estratégico regional a esas cinco inversiones porque no se sostiene de ninguna manera”.
Clavijo, que se confesó “desconcertado” por los argumentos usados por la diputada de la oposición, recordó que lo único que han conseguido esos inversores es una reducción a la mitad de todos los plazos en los trámites burocráticos en las administraciones regional, insular y local.
Precisamente, esta ley tan cuestionada (en Navarra, Murcia, Andalucía y Baleares no lo ha sido) nació para acabar con el hecho de que la maraña legislativa y administrativa consustancial a la Comunidad Autónoma de Canarias impide y ralentiza grandes inversiones en las Islas que pueden favorecer la creación de puestos de trabajo pero, tanto en la pasada como en la presente legislatura, hay quien teme que existan posibles arbitrariedades a la hora de determinar como estratégicas unas inversiones sí y otras no.
Por no hablar de que, además de que se cuestione el criterio para determinar qué inversiones privadas son estratégicas y cuáles no, hay quienes consideren que el Gobierno invade competencias de las corporaciones locales al imponerles plazos en sus regulaciones, lo que tiene indicios de inconstitucionalidad.
Una ley que el líder de NC, Román Rodríguez, que sin embargo no ha cuestionado las primeras decisiones, considero que era “una de las más peligrosas” impulsados por el pacto de CC y PSOE por sus implicaciones urbanísticas, territoriales y medioambientales.
Aunque no fue únicamente la oposición quien puso reparos a la solución ideada para desenmarañar la madeja administrativa y burocrática que impide inversiones más ágiles.
Los 'peros' del Consejo Consultivo
El 22 de julio de 2014 el Consejo Consultivo de Canarias se abstuvo de formular un informe favorable al texto al considerar el proyecto de ley innecesario por repetitivo e impreciso y apuntó la existencia de conceptos jurídicos indeterminados que pueden generar discrecionalidad y arbitrariedad.
En el fondo del debate, aunque todos están de acuerdo en que hay que agilizar y flexibilizar la rígida máquina burocrática que existe en las Islas, está si el Gobierno puede atribuirse o no la competencia para la declaración de interés estratégico de un proyecto empresarial privado que obliga también a otras administraciones públicas canarias (cabildos y ayuntamientos) a la tramitación preferente de los procedimientos administrativos y la reducción de plazos.
Estas son las dos grandes interrogantes a las que debe enfrentarse ahora Clavijo para demostrar que sus decisiones están libres de toda mancha de discrecionalidad y arbitrariedad a favor de solo unos pocos.
Desde luego, la foto estival en el Siam Park no ayuda.