Quedan poco más de 15 días para la vuelta al cole en Canarias. Las clases comienzan el 9 de septiembre en Primaria y en la ESO tras una quinta ola que ha remitido y con los contagios de COVID-19 a la baja. La pandemia ha demostrado que la realidad es cambiante y, por ello, desde finales de julio el Archipiélago cuenta con su propio protocolo de medidas sanitarias para garantizar la seguridad en el nuevo curso escolar. Este año se mantienen los grupos burbuja en Infantil, Primaria y Educación Especial y se ha reducido la distancia interpersonal entre alumnos de 1,5 a 1,2 metros. La comunidad autónoma contará por ello con 1658 docentes de refuerzo COVID, 900 menos que el curso anterior precisamente por la disminución de la distancia entre alumnado, aunque este año no los nombrará de forma trimestral como el curso pasado, sino por nueve meses.
La vuelta a las clases se prevé que sea presencial, como ha venido reiterando la Consejería de Educación y el Ministerio y para ello el Archipiélago cuenta ya con un 66% de la población entre 12 y 19 años vacunada con al menos una dosis. Según informaba este mismo martes la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, 27,67 de los adolescentes han recibido ya la pauta completa de vacunación. La juventud, según ha remarcado el Gobierno, está respondiendo bien a la llamada a vacunarse que pueden hacerlo tanto a los puntos habilitados en cada una de las islas, como en la llamada vacuguagua.
El protocolo de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias ya establecía en el mes de julio que prevé que en septiembre esté vacunado un alto porcentaje de la población y, por ello, garantiza la presencialidad al alumnado, aunque matiza que “se priorizará la presencialidad del alumnado de los primeros niveles”. A ello se ha añadido que desde hace semanas comenzó la vacunación a las personas de entre 12 y 19 años y que las Islas son una de las comunidades más avanzadas en aplicar la dosis de la vacuna a este rango de edad.
Este miércoles la actual ministra de Educación, Pilar Alegría, se reúne con las comunidades autónomas para analizar precisamente ese protocolo, ya que es el único punto del día del encuentro. El objetivo es garantizar la plena presencialidad en todos los grupos y según el acuerdo de llevar mascarillas en todos los grupos disminuir la distancia entre estudiantes, se permite a las comunidades aumentar las ratios, una cuestión sobre la que han ido tomando medidas dispares en sus propios protocolos, entre las que mantienen al personal de refuerzo y las que no.
En Canarias, el 10 de septiembre comenzará las clases Bachillerato, Formación Profesional Básica, Programas formativos de Formación Profesional Adaptada, Formación Básica de Personas Adultas, Formación Profesional presencial y a distancia, Enseñanzas Elementales y Profesionales de Música, Ciclos Formativos de Grado Medio y de Grado Superior de Artes Plásticas y Diseño, Enseñanzas Deportivas, Aulas Mentor, Informática básica y Enseñanzas de idiomas de régimen especial. Así mismo, el día 13, comenzarán las clases de las Enseñanzas Artísticas Superiores de Música, de Diseño y de Arte Dramático.
Más sobre el protocolo actual
El protocolo establece que se priorizará, en la medida de lo posible, la utilización de los espacios al aire libre para la realización de las actividades educativas y de ocio, tanto dentro del centro educativo como en otros espacios fuera del mismo. Además, se evitarán de manera general aquellas actividades en el centro educativo que conlleven la mezcla de alumnado de diferentes grupos de convivencia o clases en las que no se pueda mantener la distancia mínima interpersonal.
Por otro lado, para evitar las aglomeraciones se establecerán, como el año pasado, entradas y salidas escalonadas en los centros. “Cada centro especificará en su plan de contingencia los horarios y las puertas o los circuitos de entrada y salida”, añade.
“La ventilación natural es la opción preferente”, señala el documento, que añade que en los centros también se recomienda ventilación cruzada, si es posible de forma permanente, con apertura de puertas y/o ventanas opuestas o al menos en lados diferentes de la sala, para favorecer la circulación de aire y garantizar un barrido eficaz por todo el espacio. “. Se deberá ventilar con frecuencia las instalaciones del centro, a poder ser de manera permanente, incluyendo al menos durante 15 minutos al inicio y al final de la jornada”, remarca. No obstante, el documento señala que “no es necesaria la compra generalizada de medidores de CO2 por los centros educativos”.
Así mismo, en el documento se recoge que ante la posibilidad de un caso de COVID en el centro hay que avisar a las familias y que cada centro educativo tendrá una persona responsable referente para los aspectos relacionados con la COVID19 o responsable COVID-19, que será el director o la directora, o la persona en quien delegue.