Entre el 14 y el 16 de noviembre tuvo lugar en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria el IV Encuentro de Genealogía Gran Canaria. El evento es organizado por la plataforma digital Genealogías Canarias, creada en 2012 y que tiene como objeto la difusión de la genealogía e historia familiar desde Canarias, desde sus orígenes y descendencias, más allá de sus fronteras. Se trata de un blog abierto y plural donde participan investigadores que lo deseen, manteniendo la rigurosidad en sus trabajos.
El encuentro, organizado por Genealogías Canarias y la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria (RSEAPGC), tiene como colaboradores al Instituto Canario de Estudios Históricos Rey Fernando Guanarteme, al Centro de Estudios Genealógicos de Canarias Marqués de Acialcázar, a la Sociedad de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Canarias, a la Asociación Canaria de Genealogía e Historia Familiar y al Centro de Estudios Afro-Hispánicos. UNED.
El contenido del programa lo conformaban seis ponencias. En la jornada del martes 14 el Dr. Florentino Sánchez García presentaba la ponencia ADN y genealogía y D. Javier Gil Pérez hablaba sobre la Familia Armas de Agaete. Notas sobre su apogeo y decadencia en el poder local (siglo XIX). Durante la tarde del miércoles 15, exhibían sus investigaciones el Dr. Francisco Alemán González Las asociaciones pías como herramienta de promoción y aglutinación social y Dña. Cristina Negueruela Alemán Las huellas de nuestros antepasados en los genes: aplicación a investigaciones genealógicas. El jueves 16 fue turno para D. Antonio Bolaños Molina Algunas vicisitudes genealógicas en el norte de Gran Canaria y Dña. Cristina López – Trejo Aconteceres en la vida de Dña. Florentina Llarena Calderón y Nava Grimón. El mismo día tuvo lugar el nombramiento como Socio de Honor de la Sociedad de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Canarias del genealogista D. Miguel Rodríguez de Quintana.
En la propuesta de D. Antonio Bolaños, el profesor y arquitecto, y actual presidente de la Sociedad de Fomento, Instrucción y Recreo Casino de Gáldar destacaba los motivos por los que ha profundizado en la investigación de algunos apellidos de la zona norte de la isla, señalando que existen aún muchos elementos que son difíciles de entender. Bolaños se adentra entre cientos de apellidos, pero en su presentación, expone algunos acontecimientos relacionados con los apellidos Orihuela, Molina, Mauricio, Tacoronte, Bolaños, Gil y Oliva. Cabe destacar alguna curiosidad como una demanda por estupro en 1717 en un matrimonio de los Gil.
En su investigación, Antonio Bolaños confirma que más del 90% de los ciudadanos del municipio de Gáldar son descendientes del último y penúltimo guanarteme de Gáldar, ya que las cuatro princesas se casan en Gáldar con sus hijos, ellas son: Luisa de Betancor, (que tiene a sus hijos en Lanzarote), Catalina de Guzmán (hija del penúltimo guanarteme), Margarita Fernández Guanarteme (casada con Carvajal) y Catalina Fernández Guanarteme (que tiene hijos de varios maridos, entre ellos Pedro de Vega –conquistador-, Adán de Acedo –repoblador- y Blas Rodríguez –aborigen-). Es muy difícil continuar retrocediendo genealógicamente en el tiempo ya que no hay información precisa anterior al Siglo XV. Con la conquista y la repoblación empiezan a consolidarse los apellidos y a su vez aparecen los Mauricio y Tacoronte.
En cuanto al apellido Orihuela, se ha constatado que tiene origen toponímico, concretamente en el municipio del mismo nombre, en Alicante, en la Comunidad Valenciana (Oriola en valenciano). Se detectan ciertos problemas en 1808 para realizar el seguimiento del apellido, pero tras cuatro generaciones se vuelve a reencontrar. El último ancestro de los Orihuela que viene a la isla como repoblador es Cristóbal Rodríguez de Orihuela, a finales del Siglo XV. Las siguientes generaciones comienzan a utilizar el apellido Orihuela.
Se toma como referencia a José Antonio Molina Moreno nacido en 1705 para estudiar su primer apellido, pero en 1668 se manifiestan dificultades para el estudio del mismo debido a la existencia de diversos matrimonios de conveniencia. Diego de Molina se casa con María Castrillo, en la que no se sabía quiénes eran sus padres. Posteriormente el apellido se desarrolla en varias casas, produciéndose un linaje. Santa Cruz de Tenerife el apellido Molina se asocia a la nobleza, obteniendo ciertos privilegios.
El apellido Mauricio se a asocia a una madre soltera (Lucía Melián) que tiene tres hijos, uno con doce años, y dos cuando tiene catorce. Son tres hermanos, uno utiliza el apellido Mauricio y los otros dos el Melián. La referencia tomada para su estudio es Diego Ruiz Mauricio, que casa en 1776 con María Josefa González Moreno, a partir de eso momento, empieza a utilizarse el apellido Mauricio son tener ancestros que usen el apellido.
Tacoronte es un apellido con clara procedencia del norte de Tenerife, tomando como referente a Antonio Manuel José Tacoronte, nacido en Santa María de Guía en 1752. Es un tema actual de investigación las causas de la aparición de este apellido en la isla de Gran Canaria, ya que en los siguientes ascendientes no aparece el apellido Tacoronte. La aparición de una madre soltera en su familia (Ana Felipe), hace que se tienda a no buscar una relación directa con sus antepasados.
Para los Bolaños, son un punto de partida para las dificultades de estudio, al llegar a una rama que la conforman María Bolaños Guerra (hija de Francisco Felipe Bolaños), casada con Juan Mateo de Armas, reside en Moya y en Arucas. El apellido llega a Gran Canaria desde Lanzarote, y aunque es frecuente desde el inicio de la conquista, es necesario aún aclarar la evolución. El origen de esta rama es Fernán de Cejas Saavedra, tiene una hija en Gáldar en 1514. A Francisco de Mayorga y a Juana Bolaños, se le encarga la instrucción religiosa de algunas princesas galdneses en la fecha de 1483.
Gil está presente desde la conquista, ya que aparece Juan Gil en el Poema de Viana; los siguientes que aparecen están relacionados con escribanos de los siglos XVI y XVII, en la década de 1580 aparece Mateo Gil Piñero y en 1640 Juan Gil Sanz. Como anécdota destacable, Juan Gil Lorenzo casa con María Encarnación Suárez Gil, y se acusa de estupro a este matrimonio. El apellido se asienta en el núcleo de Pico Viento, en las medianías de Gáldar. Con Agustina Gil y Bartolomé Gil se confirma el apellido. En torno a 1652 aparecen diversas ramas del apellido, pudiendo estar o no emparentados.
Para el estudio de los Oliva, el referente de estudio es Lucas de Oliva, bautizado en Santa María de Guía. María Felipe es Hermana de Juan Oliva; Fernán Boza de Oliva es el padre de ambos. Se descubre que Lucas es hijo de María de Felipe Hidalgo. Lucas era conocido como “el frailecito”, ya que se casó a una avanzada edad. El apellido llega a la zona procedente de Segovia, primero a la isla de Tenerife y luego se traslada al municipio de Santa María de Guía, desde se expande por toda la isla de Gran Canaria.
Terminaba su propuesta el genealogista destacando las dificultades de acceso a ciertos documentos genealógicos que permitan seguir investigando acerca de los orígenes y relaciones de los apellidos canarios. Asimismo, Bolaños considera la necesidad de acercar a los estudiantes los recursos y técnicas para investigar, aprovechando los avances actuales en genética. Igualmente requiere de más dedicación por parte de las administraciones públicas y de las universidades para facilitar la labor investigadora, ya que la genealogía nos permite entender la historia, formando parte de ella.