La Fiscalía ha solicitado imponer 14 años de cárcel para un técnico sanitario acusado de violar a una mujer ebria cuando la trasladaba en ambulancia al centro de salud del Puerto de Las Palmas de Gran Canaria.
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas acogerá este martes (10.00 horas) el juicio contra G.I.S.S. --de 27 años de edad y sin antecedentes penales-- como presunto autor de un supuesto delito de violación, así como contra J.M.R.A., --de 39 años y sin antecedentes penales--, en concepto de cooperador necesario, al conducir la ambulancia y “garantizar la consumación del acto sexual y la ausencia de ayuda” a la chica, según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público al que ha tenido acceso Europa Press.
El Ministerio Fiscal señala que el día 4 de diciembre de 2005, sobre las 05.30 horas, el procesado G.I.S.S. se encontraba en el interior de una ambulancia que se dirigía al centro de salud del Puerto desde el centro comercial El Muelle, en la que también se encontraba tumbada en una camilla una mujer, paciente aquejada por un grave estado de intoxicación etílica que le provocaba “una notable debilidad y semiinconciencia”. Así, “con una evidente intención de satisfacer sus deseos sexuales”, el hombre presuntamente le subió el vestido y realizó prácticas sexuales con ella a pesar de las patadas y empujones de la mujer.
El procesado, para cometer el hecho descrito se aprovechó de que por su condición de técnico sanitario en servicio de urgencias tenía acceso a un habitáculo cerrado como es una ambulancia, “garantizando de esta manera ver cumplido su propósito libidinoso y evitando, no sólo su descubrimiento, sino también cualquier tipo de auxilio a la víctima por parte de otras personas”.
“De no haber sido por la confianza depositada en él por la chica por ser la persona que debido al desempeño de su función como técnico sanitario tenía obligación de vigilar y cuidar de ello, no podría haberse cometido el presunto delito”, sostiene la Fiscalía.
“Jaleaba” a su compañero
Además, añade que todo lo anteriormente relatado ocurrió bajo la “atenta mirada” del otro procesado J.M.R.A., quien, del mismo modo, se valió de su condición de conductor de la ambulancia para “garantizar la consumación del acto sexual y la ausencia de ayuda para la chica, quebrando el sentimiento de seguridad depositado en él por aquella mientras, con un evidente ánimo de satisfacer sus propios deseos sexuales jaleaba a su compañero”.
Los procesados prestaban sus servicios como técnico sanitario y conductor de una empresa contratada a su vez por la entidad pública que gestiona el Servicio de Urgencias Canario y que ha depositado judicialmente la cantidad de 12.000 euros.
El Ministerio Público destaca que concurren en los dos procesados las circunstancias agravantes de aprovechamiento de las circunstancias de lugar y abuso de confianza.
Por todo ello, reclama imponer a cada uno de los acusados la pena de 14 años de prisión e inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, así como la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión u oficio respecto a ambos durante un período de 6 años.
A ello se suma la pena de prohibición de aproximarse a la víctima y de comunicarse con ella por un período de 20 años.
Asimismo, reclama que los procesados, conjunta y solidariamente y la empresa, como responsable civil subsidiario, indemnicen a la víctima en concepto de responsabilidad civil en la cantidad de 12.000 euros.