La junta directiva de un centro educativo de la isla de Gran Canaria permanece desde este lunes en cuarentena después de que su director haya dado positivo en la prueba PCR para la detección de la COVID-19. Se trata del Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) Villa de Agüimes, localizado en el municipio del mismo nombre, en el sureste de la isla.
Según han informado a este periódico fuentes del CIFP, el director comenzó a manifestar síntomas leves de la enfermedad el pasado martes por la noche, unos días después de regresar de un viaje a otra isla, y se aisló en su domicilio con su familia. Sin embargo, el lunes había celebrado una reunión de la junta directiva, con la participación de seis miembros, y el martes por la mañana, otra con los jefes de departamento, más de una veintena. En estos encuentros, según la Consejería de Educación, todos los asistentes portaban mascarilla, por lo que se espera que la incidencia de este foco sea reducida.
Nada más conocer el positivo por COVID-19, este mismo lunes, el director se puso en contacto con los docentes para comunicarles este diagnóstico y ordenar que regresaran a sus casas de manera preventiva y hasta recibir nuevas instrucciones.
Desde Educación señalan que el foco está acotado, puesto que los contactos estrechos (aquellas personas con las que una persona contagiada ha compartido un espacio cerrado durante más de 15 minutos) se limitan a la junta y no se extienden a la totalidad del claustro (más de cien docentes). El resto del profesorado, que se fue incorporando la pasada semana de forma escalonada, podrá, por lo tanto, retomar la actividad ordinaria el miércoles (el martes, día del Pino, es festivo en Gran Canaria). A los miembros del equipo directivo se les realizará la prueba PCR. El caso ya está en manos de la Dirección Territorial de Educación, que ahora deberá conformar un nuevo equipo directivo para que se puedan iniciar las clases de manera presencial, si la situación epidemiológica en la isla lo permite, el 15 de septiembre
El Ministerio de Educación publicó a finales de agosto una guía de actuación para los centros escolares en caso de que se produjeran positivos por coronavirus. Este protocolo establece como una de las opciones el cierre del centro, aunque para ello el brote deberá producirse en un contexto de transmisión no controlada. La cuarentena sería, en este caso, de 14 días, pero la duración podría variar en función de la evolución del brote y el nivel de transmisión y se podría dar por finalizada cuando no hubiera riesgo alguno para la comunidad educativa.
El Gobierno regional se reunirá este jueves para decidir de qué manera comenzará el curso escolar en el Archipiélago el 15 de septiembre. En una rueda de prensa celebrada la pasada semana, la consejera de Educación, la socialista Manuela Armas, ya advirtió de que las clases comenzarían en la modalidad online en aquellos territorios en los que la situación epidemiológica lo desaconsejara de manera presencial. El umbral fijado por las autoridades sanitarias es el de los 100 casos por 100.000 habitantes, mantenido durante un periodo de una semana. En el semáforo que ha establecido el Gobierno de Canarias para baremar la incidencia de la COVID-19, las islas de Gran Canaria, Lanzarote y El Hierro continúan en rojo por superar esa cifra, por lo que, a día de hoy, no podrían comenzar el curso con normalidad, aunque habrá que esperar a la evolución de los próximos días.