Álvarez cree ''trágico'' que la sociedad ''se acostumbre'' al drama migratorio

El obispo de la Diócesis de Tenerife, Bernardo Álvarez, opinó este jueves que sería “trágico que perdiéramos la sensibilidad y nos acostumbráramos a este drama”, en alusión a la muerte de 47 inmigrantes subsaharianos cuando intentaban llegar a Canarias.

Bernardo Álvarez, que llegó a Tenerife de una peregrinación diocesana a Egipto, indicó por medio de un comunicado que se está ante una nueva tragedia que no puede dejar de lamentar profundamente, y añadió que “quienes mueren son hermanos nuestros”.

El prelado reiteró que se está ante un problema complejo, en el que se deben continuar articulando medidas tanto en el ámbito europeo como en el español y en el canario.

A su juicio, la solución para, en primer lugar, por el desarrollo de los países de origen, de modo que esas personas no se vean obligadas a emigrar, lo cual, aunque requiere tiempo, el obispo de Tenerife cree que no admite más demora.

Cada uno, prosiguió Bernardo Álvarez, “debemos poner lo que esté de nuestra parte y en el ámbito de las responsabilidades que tengamos, para evitar que estas situaciones se produzcan”.

Reconoce que se hace mucho pero opina que la realidad “nos desborda, lo que significa que hay que tomar nuevas medidas”, en las que estén implicadas todas las administraciones.

“O empezamos o esto va a ir a más”, asevera Bernardo Álvarez, quien destaca la importancia de mejorar la conciencia del drama que está detrás de todas estas personas que se ven impelidas a abandonar su tierra, resaltando que “sería trágico que perdiéramos la sensibilidad y que la repetición de estos hechos, nos hiciera irnos acostumbrando a este desafío enorme”.