Un hombre de 37 años y vecino de Gáldar fue detenido este sábado después de que su mujer alertara de la agresión que profería al hijo menor de ambos, tras lo que escapó de la vivienda familiar y se atrincheró en otra cercana desde donde amenazó de muerte a los policías que trataban de capturarle.
Los hechos se produjeron sobre las 03.30 horas de la madrugada de este sábado, cuando la Guardia Civil recibió una llamada telefónica de una vecina de este municipio del norte de Gran Canaria que alertó de que su marido estaba agrediendo a su hijo, de 17 años, informaron a Efe fuentes del instituto armado.
Los agentes acudieron al domicilio familiar, situado en la calle David Levingstone, en el que constataron que se desarrollaba una fuerte discusión. Al llamar a la puerta, la mujer dijo a los agentes que se encontraba bien mientras su marido, a gritos, se negó a abrir.
Ante esta situación, al lugar acudieron más refuerzos y se estableció un dispositivo conformado por seis guardias civiles y otros dos policías locales.
Minutos después, la mujer advirtió que su marido había salido por una puerta trasera y se había refugiado en una vivienda cercana deshabitada propiedad de su hermana.
Cuando los agentes acudieron a este otro inmueble observaron que el hombre, asomado a una ventana, esgrimía un hacha con la que amenazó con matar a quien intentase detenerle.
Los intentos que hicieron los agentes para que el hombre razonase y depusiese su actitud violenta no dieron resultado, ya que, a la invitación al diálogo, éste respondió asomándose de nuevo a la ventana, esta vez portando una bombona de gas que golpeó con el hacha antes de arrojarla, sin lograr alcanzarles, contra dos policías locales y asegurar que estaba dispuesto a cualquier cosa y que no le importaba que acabasen con su vida.
El cariz que tomaron los acontecimientos propició que un suboficial de la Guardia Civil se desplazara al lugar e iniciara una negociación con el hombre atrincherado que dieron sus frutos una hora después, cuando éste abrió la puerta del inmueble en el que se refugió, entregó el hacha y lo abandonó de forma pacífica.
El detenido, que previsiblemente pasará a disposición judicial mañana, ha sido identificado como A.M.M. y está acusado de supuestos delitos de atentado contra la autoridad, resistencia grave, desobediencia, amenazas de muerte y malos tratos en el ámbito familiar.
Este incidente se desarrolló por espacio de tres horas y mantuvo en vilo durante ese tiempo a los agentes del orden de la comarca del norte de Gran Canaria, aunque, finalmente, la actuación de los miembros de la Guardia Civil logró evitar que se produjeran daños personales de consideración y que este altercado tuviese mayores consecuencias.