Desde la Asociación de Madres y Padres de Alumnos Guatatiboa del Colegio Público Padre Collado, situado en el barrio teldense de Lomo Magullo, advierten tanto a la Consejería de Educación como al Ayuntamiento del municipio de que la situación actual de “deficiencias y patologías estructurales detectadas en algunos edificios que integran el centro”, son incompatibles con que el alumnado pueda continuar la actividad escolar el próximo curso. Así de tajante ha sido también la directiva del centro, que asevera en un escrito remitido a la Consejería de Educación que “si en septiembre el centro mantiene las mismas condiciones en las que hoy se encuentra, se trasladará a la Dirección Territorial de Educación la petición de no iniciar el próximo curso escolar en el centro mientras no se subsanen las deficiencias más problemáticas, como son el acceso al centro, a la zona de comedor-secretaría y al huerto escolar del centro”.
Madres y padres explican cómo desde principios del curso 2023-24 se llevó a cabo una reunión entre el viceconsejero de Educación que en aquel momento sustituía al Director General de Centros e Infraestructuras tras su dimisión, con los técnicos de la inspección de la zona y el director del centro, donde según asegura el AMPA, “se comunicó verbalmente el acuerdo entre el Ayuntamiento de Telde y la Consejería de Educación”, para que fuera esta última la que se hiciera cargo de acometer las obras necesarias para la consolidación del suelo en el que se sustenta el edificio, así como el derribo de la antigua casa de la maestra.
Del mismo modo, el AMPA asegura que el Ayuntamiento se comprometió a acometer las obras de rehabilitación de los edificios, arreglo de los baños interiores del centro y acondicionar una zona de sombra, debido a las altas temperaturas que el barrio alcanza en los meses centrales del año al encontrarse en la zona de medianías de la Isla. “Las obras comenzadas se han ido ralentizando hasta el punto de paralizarse, al parecer, por conflictos entre la institución y la empresa adjudicataria”, señala una madre del centro. Por su parte, la Consejería de Educación no ha comenzado a ejecutar las obras que le corresponden, “teniendo en cuenta que desde el pasado 21 de junio el alumnado finalizó su actividad en el centro y que los muros están derribados para que acceda la maquinaria”.
Desde este periódico, nos hemos puesto en contacto en primer lugar con el Ayuntamiento de Telde, cuyo alcalde, Juan Antonio Peña, afirma que “entiende el malestar de este conflicto” ya que se trata de una situación “que viene de lejos”, pero recalca que las competencias municipales “son las que son” y se circunscriben al mantenimiento del centro, su seguridad y su vigilancia. “Hemos reiterado a la Consejería de Educación la urgencia que atraviesa este centro y los otros treinta centros escolares que hay en Telde”, refiere. “Seguiremos mediando e insistiendo con la Consejería de Educación y donde haga falta para que se solucione”.
Por su parte, la Consejería de Educación remite a esta redacción un documento en el que se da cuenta del seguimiento del problema en una relación de actuaciones, reuniones y recepción de comunicaciones, entre las que se incluyen las de inicios de este mes de julio tanto del AMPA como de la directiva del Centro. “En estos momentos se está redactando el proyecto y a criterio de los técnicos, las aulas se podrán utilizar en tanto en cuanto las obras no comiencen, como se ha estado haciendo hasta ahora, pero una vez comiencen las mismas, las aulas no podrán ser utilizadas, porque entre las propuestas del redactor del proyecto está una prueba piloto de la cimentación y el refuerzo del muro de contención situado delante del módulo de aulas”.
Del mismo modo, la Consejería explica que desde noviembre de 2023 “se ha dejado patente que la Unidad Técnica de la Consejería de Educación, que se hará cargo exclusivamente de la estabilización y consolidación del suelo de la parte trasera de los módulos de Administración y Educación Primaria y las obras que resulten necesarias para ello”. Por último, en el documento se expresa el compromiso “para dejar el colegio en las mejores condiciones de uso en el plazo más breve posible”.
Con todo esto, los padres y madres del AMPA señalan que ante “la gravedad” de la situación, las instituciones “se pasan la pelota” y aducen problemas de seguridad vinculados a la situación de enconamiento del problema. “El centro actualmente no está en condiciones para que se dé la actividad educativa; en un estado ruinoso, en peor estado que antes de comenzar las obras. No existe seguridad para que nuestras hijas e hijos, docentes y familias puedan estar en centro con todas las garantías necesarias para ello” y advierten de que “el centro se encuentra en peores condiciones que el curso pasado”.