A punto de cumplirse dos años de la desaparición de Sara Morales, su rostro comienza a desvanecerse de los carteles que se pegaron por toda Canarias a raíz de su desaparición el 30 de julio de 2006. Su madre, Nieves Hernández, sabe que es mucho tiempo, pero conserva la esperanza.
El día en que Sara Morales, de 14 años, desapareció, se dirigía andando desde su casa, en el barrio de Escaleritas de Las Palmas de Gran Canaria, al centro comercial 'La Ballena', para ver al chico que le gustaba, y desde entonces no se sabe nada de ella.
Nieves reconoce que ha pasado mucho tiempo, pero aún así prefiere pensar en positivo, que ella está viva y que la van a encontrar, “darle más vueltas a la cabeza y machacarse no sirve de nada” afirma. “Si no hay cuerpo, está viva y debo hacer todo lo posible por encontrarla, mi hija merece que la busquen”.
Casos como el de Natasha Kampush, que desapareció con 10 años sin dejar rastro y 8 después apareció con vida, no alivian la angustia de esta madre que reconoce que “mi único consuelo sería tener a mi hija de vuelta en casa, porque tras dos años sigue desaparecida y ni siquiera sé el porqué”.
Junto a la foto del cartel de Sara Morales, el rostro de Yeremi Vargas, también en paradero desconocido desde hace un año y cuatro meses, cuando desapareció en la localidad de Vecindario, en Gran Canaria. Este domingo Yeremi cumple 9 años, no estará con su familia, que también mantiene la esperanza de encontrarle con vida.