La Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria (ACBC) ha expresado este miércoles su rechazo “frontal” a la implantación de colonias felinas sin tener en cuenta criterios de conservación, lo que a su juicio supone una seria amenaza para la fauna silvestre del archipiélago.
La asociación señala en un comunicado remitido a EFE que el pasado 3 de noviembre envió al Gobierno de Canarias una propuesta que incluye los lugares donde no se podrían establecer colonias felinas, así como criterios para su gestión, sin que hasta ahora haya recibido respuesta.
“El impacto de las colonias felinas en otras especies es muy serio, por lo que su regulación es urgente”, indica la ACBC, que señala también que su proposición fue enviada al Ejecutivo canario tras la reunión mantenida el 17 de septiembre con el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, Narvay Quintero, así como con los responsables de Ganadería y Bienestar Animal del Gobierno de Canarias.
“Nos comprometimos a enviar una propuesta para el desarrollo reglamentario del artículo 40 de la Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales, e incluimos los criterios para la definición de procedimientos de gestión de colonias felinas para evitar los efectos significativos de los individuos que habitan dichas colonias sobre la biodiversidad circundante a las mismas, pero no obtuvimos respuesta”, lamenta la asociación.
Aunque no se hayan establecido criterios de gestión, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha concedido subvenciones a los ayuntamientos de Icod de los Vinos (97.500 euros), El Sauzal (30.161 euros) y Buenavista del Norte (19.153 euros), en Tenerife, y así como al Cabildo de Gran Canaria (92.900 euros), para el control poblacional de colonias felinas mediante el método de Captura-Esterilización-Retorno (CER), tal y como publicó el BOE el pasado 11 de enero.
Al respecto, la ACBC recuerda que ha manifestado su rechazo a la adopción del método CER para el control de las colonias felinas en espacios abiertos no acotados pues, asegura, “su ineficacia ha sido probada y su implantación en Canarias constituye una amenaza para numerosas especies de fauna nativa”. “Pese a ello, los partidos políticos impulsores de la Ley rechazaron las propuestas alternativas de la asociación y se ha asumido el citado método”, lamenta.
Para la ACBC, “es necesario dejar claro que, aunque los gatos estén correctamente alimentados, depredan por instinto las especies silvestres, lo que es especialmente grave en territorios insulares por el alto número de endemismos y especies amenazadas que albergan”.
Según sus datos, los gatos depredan en el mundo más de 2.080 especies, de las cuales 347 (16,6%) presentan algún riesgo de conservación. En los ecosistemas insulares, los gatos consumen 797 especies, de las cuales un 25% están amenazadas.
En Canarias forman parte de su dieta más de 60 especies, entre las que destacan los lagartos gigantes amenazados de extinción de La Gomera, El Hierro y Tenerife, y el pinzón azul de Gran Canaria.
En concreto, las colonias de gatos en espacios abiertos ocasionan un fuerte impacto sobre la fauna silvestre, tanto en ambientes urbanos como rurales, donde depredan lagartos, lisas, perenquenes, canarios, capirotes, mosquiteros, mirlos y gorriones, entre otros, muchas de ellas protegidas además por ley, prosigue.
Por ello reitera que “es imprescindible y urgente que el Gobierno de Canarias regule la implantación de las colonias felinas”, y pide desarrollar sin más dilación los criterios para la definición de procedimientos de gestión con el objetivo de evitar “los efectos significativos de los individuos que habitan dichas colonias sobre la biodiversidad”.