El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria garantiza la seguridad a bañistas y usuarios de la playa de El Confital tras el derrumbe de piedras que se produjo este martes en la zona del conjunto arqueológico de la Cueva de Los Canarios. El acceso a estas cuevas de origen prehispánico y a la zona de la playa afectada han quedado cerradas de momento como medida de seguridad.
Los concejales de Presidencia y Seguridad Ciudadana, Encarna Galván, y de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez, mantuvieron una reunión de urgencia junto al lugar del incidente para coordinar todos los servicios municipales y dar una “respuesta inmediata” para proteger la zona y evitar nuevos desprendimientos, ha explicado el Consistorio a través de una nota de prensa.
En la reunión participaron técnicos municipales de Ciudad de Mar, Bomberos, Policía Local, Urbanismo, Vías y Obras, Protección Civil, el arquitecto responsable del Servicio de Seguridad Ciudadana y un técnico del Servicio de Patrimonio del Cabildo de Gran Canaria.
Sin daños personales
El Ayuntamiento ha corroborado que el incidente no ha provocado daños personales y que se produjo como consecuencia del desprendimiento de un voladizo que sobresalía por encima de una de las cuevas de este yacimiento prehispánico.
Las piedras, de hasta 4 toneladas y algunas de hasta un metro de diámetro, rodaron por la ladera de la montaña hasta alcanzar la carretera y la zona de entarimado de madera de la playa, a unos cien metros del puesto de vigilancia de Cruz Roja, en dirección a la zona de La Isleta.
La causa: “La erosión del terreno”
El concejal de Ciudad de Mar aseguró que se trata de un accidente natural “originado por la propia erosión del terreno” aunque no hay que descartar “la situación de descuido que sufre este espacio”.
Ramírez dijo que la intención de la actual corporación municipal es recuperar y poner en valor las Cuevas de los Canarios, para impulsar su conocimiento y visitas, ya que es uno de los pocos yacimientos prehispánicos de Las Palmas de Gran Canaria y garantizar la seguridad de este espacio natural protegido“.
Un muro con piedras en la propia montaña
Una de las medidas que están barajando los técnicos es asegurar el terreno con un cerramiento a modo de muro de contención natural, con las propias piedras de la montaña para evitar futuros derrumbes. Además, se seguirá analizando el terreno para eliminar las rocas que hayan quedado sueltas.
El concejal pidió prudencia y un poco de paciencia a los ciudadanos ya que “tenemos que hacer las cosas bien, coordinados con el Cabildo, que es la administración que tiene las competencias en patrimonio de este espacio, y asegurar que este hecho no se vuelve a producir”. La zona “permanecerá acotada y señalizada con carteles informativos al menos hasta el próximo fin de semana”, según Ramírez.