El hundimiento del pesquero ruso Oleg Naydenov tras cuatro días de incendio a bordo ha provocado una sucesión de manchas de combustible que se extiende por una franja de seis kilómetros de longitud y dos de anchura, según ha confirmado Salvamento Marítimo.
El buque Miguel de Cervantes, dotado de sistemas anticontaminación, y el remolcador Punta Salinas, que estaba con el pesquero cuando se hundió, permanecen en el lugar de los hechos, unas 15 millas (24 kilómetros) al sur de Gran Canaria.
El primero de ellos, de 56 metros de eslora y 10.300 C.V. de potencia, es, según Fomento, un barco con gran maniobrabilidad que cuenta con capacidad de recogida de 290 m3 y dispone de brazos de recogida de contaminación con bombas de aspiración, barreras de contención, skimmers (boca de succión) y tanques de almacenamiento a bordo.
Además, se han posicionado medios de lucha contra la contaminación que incluyen barreras, tangones y skimmers (bocas de succión) para la contención y recogida de hidrocarburos.
El hundimiento se produjo en la noche de este martes a 15 millas al sur de Punta de Maspalomas y a 2.400 metros de profundidad. El barco estaba cargado con 1.409 toneladas de fuel, listo para salir a faenar. Fomento sólo ha activado el nivel mínimo de emergencia.
El capitán marítimo, Pedro Mederos, explica que el pesquero ha dejado en el mar pequeñas manchas de combustible que suelen quedar en el agua después de todo naufragio, pero no se aprecia que haya provocado un derrame.
El pesquero se había incendiado el pasado sábado en el Puerto de La Luz y de Las Palmas de Gran Canaria. Posteriormente, se trasladó fuera del puerto ante el riesgo de que virase como consecuencia de la gran cantidad de agua utilizada para apagar el fuego. El domingo fue trasladado hasta el sur de Fuerteventura y este martes se acercaba progresivamente hasta Gran Canaria para atracarlo.
Por el momento se desconoce cuánta cantidad de fuel queda en los tanques del arrastrero ruso tras el incendio. El capitán marítimo de Las Palmas subraya que si se hubiera derramado en el naufragio, se notaría con claridad, algo de lo que no había rastro esta mañana.
Un barco que es pirata
Este incidente ha sacado a la luz varias denuncias por pesca ilegal en Senegal, según afirma la responsable de Océanos y Pesca de Greenpeace en España, Celia Ojeda, “el Oleg es un barco pirata y lleva esquilmando los mares años. Este arrastrero de bandera Rusa, es un pesquero ilegal. Ha sido denunciado por Senegal en numerosas ocasiones ”.
Eugenio Reyes, portavoz de la asociación ecologista Ben Magec critica que el incidente se ha producido en una de las zonas turísticas más importantes de Gran Canaria y que la explosión de vertido se podría generar en cuestión de horas. Señala que el incidente ha puesto de manifiesto la ineficacia del Ministerio, que no ha llevado a cabo un protocolo de emergencias ni un gabinete de crisis.
Reyes asegura que un barco con más de 1.400 toneladas de fuel por la presión puede explotar en cualquier momento. El ecologista destaca que se trata de una “bomba de relojería” y critica que no se haya actuado para prever la situación. Subraya que el accidente se ha producido por utilizar el puerto como un “cementerio de barcos” y que su organización ya estudia medidas legales.