El Cabildo de Gran Canaria reduce la intensidad del alumbrado en la GC-2 para no afectar a la orientación de las pardelas

La Consejería de Obras Públicas e Infraestructuras, Arquitectura y Vivienda del Cabildo de Gran Canaria, que dirige el vicepresidente Augusto Hidalgo, ha iniciado la campaña 2024 de protección de las pardelas reduciendo de manera provisional, entre el 15 de octubre y el 15 de noviembre, un 30% la intensidad lumínica del alumbrado en la GC-2, entre la salida de la capital de la Isla, en El Rincón, y la entrada a Agaete.

Se trata de atenuar las luces de la vía en determinadas épocas, ya que, según informa la corporación insular, pueden deslumbrar y afectar la orientación de las aves y provocar su caída al suelo. De esta forma, se ayuda a preservar a estas aves en sus hábitats naturales, los riscos y acantilados situados junto a las carreteras del norte de la isla.

La medida se ha consensuado con la Asociación de Amigos de las Pardelas de Gran canaria y pretende preservar a estas aves que corren serio peligro no solo a consecuencia de la caza furtiva y la presencia humana cada vez más cerca de sus hábitats naturales sino también debido a la contaminación lumínica.

Por eso, este año como novedad, y a petición de las asociaciones de defensa de las pardelas, a la reducción del 30% de las luminarias de la carretera se suma el pagado de una parte de los proyectores de las glorietas de la GC-2, en algunos casos llegando al 50% de los mismos, en la autovía del Norte.

Todas estas medidas de rebaja de la contaminación lumínica están supervisadas por los técnicos de Obras Públicas del Cabildo para garantizar que, a pesar de la atenuación, las condiciones de visibilidad nocturna en la GC-2, donde más acantilados con aves se concentran, son óptimas para los conductores.

Según los expertos, este momento (entre el 15 de octubre y el 15 de noviembre) es uno de los más crítico del año ya que coincide cuando los polluelos abandonan el nido y se guían por la luz de la luna reflejada en el mar. En muchas ocasiones las aves confunden las luces de las carreteras y de las construcciones humanas con ese reflejo y tienen accidentes que las hacen caer a tierra. Según la Asociación de Amigos de las Pardelas el año pasado, en esta época del año cayeron 1.500 pollos debido a la contaminación lumínica.