Dejar impecable las habitaciones en tiempo récord, adaptarse a los horarios de la hostelería, realizar esfuerzos que derivan en enfermedades que no están reconocidas aún como profesionales … Las camareras de piso siguen luchando por sus derechos mientras el contexto se dibuja menos halagüeño para ellas en muchos casos. En la isla de Tenerife, tanto la patronal como las propias profesionales explican que hace falta personal, lo que lleva a que se encuentren sobrecargadas, especialmente en momentos en los que la ocupación hotelera alcanza el 90%. Esa sobrecarga de trabajo ha ido en aumento desde la pandemia y tiene consecuencias directas sobre la salud, lo que impide que estas trabajadoras puedan jubilarse en este puesto, porque llega un momento en el que se encuentran incapacitadas para desempeñar esas funciones.
“Nuestros problemas son los mismos o más graves que antes”, explica Gladys Medina, camarera de piso en un hotel del sur de Tenerife y delegada sindical de CCOO. Señala que hay compañeras que han llegado a realizar hasta 30 camas en una sola jornada laboral y que aunque parezca que la lucha está silenciada, el colectivo no deja de batallar cada día desde donde puede por mejorar sus condiciones. Recuerda que se trata de un sector feminizado y que además del trabajo debe hacer frente a la carga de los cuidados que sigue recayendo en ellas en la mayoría de los casos. “Hace falta que se crea más en la conciliación familiar porque en la hostelería por todos es sabido que trabajas sábado, domingo, festivos e incluso en horarios partidos”, resume.
El colectivo ha reprochado durante los últimos días las palabras del presidente de la confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) y de la patronal hotelera de Santa Cruz de Tenerife, Jorge Marichal, que precisamente habló en un medio local, El Día, sobre la falta de camareras de piso, poniendo el foco en el “absentismo” y subrayando que se debe hacer “un control” de esas bajas así como facilitar la contratación de personas extranjeras. Canarias Ahora ha tratado de recabar la versión del presidente de Ashotel en estos días y conocer si quería matizar esas afirmaciones, pero no ha sido posible. La respuesta en el sector ha sido inmediata y desde CCOO se ha afeado a los empresarios de esa provincia que quieran buscar más “camareras de piso que precarizar”.
El sindicato subraya que el sector servicios en las Islas tiene un índice de accidentalidad del 21,77%, “y esto no es porque la gente sea descuidada o no quiera trabajar. Esto es debido a una inadecuada gestión organizativa, una inadecuada gestión de los riesgos psicosociales, a unos ritmos excesivos y una falta de inversión y políticas en salud laboral en las empresas”. Además, el secretario general de CCOO Servicios Canarias, Borja Suárez, apunta que “las compañeras camareras de piso no se pueden jubilar no porque no quieran trabajar sino porque su salud no se lo permite”. Remarca que las palabras de la patronal de Santa Cruz de Tenerife no van en la línea de hacer autocrítica sobre un sector que lleva muchos años reivindicando unas condiciones dignas.
Suárez apunta que en Santa Cruz de Tenerife hay un convenio de Hostelería y Turismo firmado por un solo sindicato, el mayoritario en la Isla, Sindicalistas de Base, hasta el año 2026, pero subraya que no debería ser necesario dejar que venza un convenio para buscar soluciones al problema actual de la falta de personal. Indica que en la provincia de Las Palmas se han encontrado con mejor predisposición y que antes de verano ya hubo una reunión con la patronal de la Hostelería y el Turismo y que en septiembre habrá otra. Indica que la lucha de las camareras de piso ya se extiende desde hace muchos años y que es responsabilidad también de las empresas adaptar las condiciones y que las cargas que soportan sean asumibles. “Ahora mismo siguen siendo inasumibles en muchos casos”, agrega.
Héctor Fajardo, secretario de la Organización UGT incide en ello. “Resulta irónico que el de la patronal habla de tener que buscar personal de fuera de las Islas por absentismo laboral”, que en realidad remarca que está justificado por temas de salud, vacaciones o derechos de maternidad y paternidad, por ejemplo, y “eso no es absentismo laboral; absentismo es cuando no vas al trabajo por causas injustificadas”, sentencia. “Parece que los derechos de los trabajadores y trabajadoras que ellos mismos firman luego lo venden como absentismo” y recalca que la mayoría de camareras de piso sufren lesiones que tienen que ver con su trabajo, por sus condiciones que son muy precarias. “Si Marichal quiere que haya personas que quieran trabajar en la hostelería, que mejore las condiciones de trabajo y firme convenios beneficiosos para los trabajadores”, apunta.
El antes y después de la pandemia
Mónica García, presidenta de la asociación de Kellys Unión Tenerife explica que durante la pandemia muchas mujeres que se dedicaban a este sector se reinventaron precisamente por esas sobrecargas que llevan años denunciando. “Ya no hay mujeres para trabajar y pasa en todo el territorio nacional, pero es un problema de condiciones laborales”, resume. Subraya que muchas de sus compañeras han tenido que prejubilarse porque muchas enfermedades no están cubiertas e insiste en que cuando una trabajadora se encuentra de baja es porque está “sobreexplotada”.
Tanto García como Gladys Medina insisten en que, principalmente, las mujeres que se dedican a este sector son cabeza de familias monomarentales y que sus hijos e hijas dependen solo de su salario para vivir. A ello se le suma que no hay muchas fórmulas para conciliar, por lo que son en su mayoría las que aceptan reducciones de jornada o contratos a tiempo parcial y a través de empresas de trabajo temporal. “Parece que se quiere recuperar un dinero que se dejó de ganar en la pandemia y lo que se hace es subir las ratios y eso conlleva a que se baje personal y que la gente se enferme trabajando”, agrega la delegada sindical de CCOO.
La trabajadora de un hotel del sur de Tenerife apunta sobre la posibilidad de facilitar la contratación a personas extranjeras que se está presuponiendo que una persona migrante va a ser garantía de que la puedan explotar. Explica que ella es de Uruguay y conoce que aunque las personas migrantes se encuentran en mayor estado de vulnerabilidad porque no viven en su tierra ni cuentan con el escudo, por tanto, de su entorno familiar en muchos casos, “cuando entramos en el sistema vamos a sufrir las mismas penurias que todos los que estamos aquí”, afirma. “Es el mismo convenio de hostelería, el mismo sistema de trabajo y tenemos los mismos derechos”, agrega.
La CEOE hace unos meses hablaba de “absentismo laboral” con un informe que incluía las bajas médicas justificadas. CCOO advirtió entonces de que la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Trabajo (Eurofound) recuerda que en España hay más personas trabajando estando enfermas que personas que están de baja por enfermedad. Sobre este asunto, muy recurrente por la patronal, Medina apunta que “la gente prefiere estar trabajando que enferma en su casa perdiendo dinero y pasando dolor”.
CCOO critica que la patronal achaque la falta de personal “primero a la falta de profesionalidad, luego a las pagas, luego a que la gente no quiere trabajar, cuando la realidad es otra muy diferente y el análisis del absentismo es que el modelo laboral turístico tal y como lo quieren ciertas patronales es inasumible”. “Nosotros lo que no podemos hacer es que se siga señalando a la sociedad canaria como una sociedad que no quiere trabajar”, añade Borja Suárez.
Cabe recordar que este sindicato ha ganado en los tribunales a hoteles de Tenerife por tener pactos salariales que han discriminado a las mujeres. Por ejemplo, en una de las sentencias ratificadas por el Supremo se constató que las camareras de piso cobraban casi 400 euros menos que sus compañeros por unos pluses a los que no podían acceder pese a realizar las mismas funciones.
Conmoción por la muerte de una trabajadora
La activación de esta lucha se ha producido en una semana en la que además el sector se encuentra conmocionado por la muerte de una trabajadora en un hotel en el sur de Tenerife. El establecimiento señala que el médico forense concluyó como “muerte natural” la causa de la muerte, puesto que sufrió una afección al corazón a primera hora de la mañana. Se trataba de una empleada de una ETT que llevaba pocos días en ese complejo.
Las asociaciones de Kellys y los sindicatos han mostrado sus condolencias en las redes sociales. El colectivo ha vuelto a recordar la sobrecarga y precarización a la que están sometidas y CCOO destacó que “la muerte de esta compañera se produce trabajando en una ETT, dentro de un centro en Tenerife donde la externalización está prohibida”. “Esos empresarios que se quejan de que no hay camareras utilizan las ETT para momentos 'puntuales'”, reprocha el sindicato, que se pregunta cómo es posible que faltando camareras no se hayan fidelizado esas plantillas. “La respuesta es clara, es otra forma de precarizar, dándole unas cargas de trabajo inasumibles”, apunta. UGT también lamenta esta muerte e incide en que si una persona padece una enfermedad coronaria, la carga de trabajo perjudica, aunque sea pronto para relacionarlo y agrega que debe considerarse como accidente laboral.