La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Canadá.- Los individuos con padres enfermos del corazón tienen el doble de riesgo de sufrir un ataque cardíaco

NUEVA YORK (ESTADOS UNIDOS), 27 (Reuters/EP)

Tener padres con una enfermedad cardíaca casi duplica el riesgo de sufrir un ataque al corazón, según una investigación realizada en 52 países y dirigida desde la Universidad McMaster de Ontario (Canadá), publicada en el 'Journal of the American College of Cardiology' y que sugiere que, si los padres han sufrido un ataque al corazón, llevar una vida saludable no garantiza una protección total.

Estudios anteriores habían confirmado la relación que existe entre el historial familiar de enfermedades cardíacas de una persona y su propio riesgo de desarrollar este tipo de patologías. Sin embargo, este nuevo trabajo sugiere también que el efecto del historial familiar es casi el mismo en todas las culturas del mundo.

Estos descubrimientos salen de los datos del Estudio 'Interheart', dirigido por el investigador de la Universidad McMaster de Ontario Salim Yusuf, realizado sobre 12.000 pacientes de todos los continentes, salvo la Antártida, que fueron tratados de su primer ataque al corazón entre 1999 y el año 2003.

Cerca del 18 por ciento de los pacientes que sufrieron un ataque al corazón tenían padres que también sufrieron un episodio similar, en comparación con el 12 por ciento de pacientes sin enfermedad cardíaca.

Cuando los investigadores analizaron a estos participantes por edad, sexo y lugar de residencia, vieron que quienes tenían al menos un padre con un historial de enfermedad cardíaca era todavía casi dos veces más propenso a sufrir patologías del corazón, una situación que se mantenía en todas las etnias y países.

El riesgo era el mismo si era el padre o de la madre la que había sufrido un ataque al corazón, pero era mayor si ambos progenitores habían resultado afectados o si uno o los dos habían sufrido un ataque antes de cumplir los 50.

Teniendo en cuenta factores de riesgo conocidos, como el tabaquismo o el consumo de alcohol, vieron que el consumo de frutas y verduras no explicaba el mayor riesgo que supone para un paciente que sus padres tengan una enfermedad cardíaca.

Según Christopher O'Donnell, un representante de los Institutos Nacionales de Salud que no ha participado en la investigación, este estudio “refuerza el importante papel que juega el historial familiar como uno de los factores de riesgo más importantes, sumado a otros conocidos factores de riesgo modificables”.

“Esto refuerza la necesidad de integrar el historial familiar en la práctica diaria de prevención y tratamiento de las enfermedades del corazón”, concluye.