Un estudio encargado por el Gobierno de Canarias constata una notable desaparición de las praderas de algas pardas de las costas de las Islas, con una pérdida de más del 90% del área que ocupaban hace 30 años y una reducción en el tamaño de los ejemplares, que no superan los 10 centímetros de longitud.
El estudio ha sido encargado por la Dirección General de Protección de la Naturaleza del Ejecutivo regional, que informa que a lo largo de 2017 el grupo de investigación de Botánica Marina del Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal de la Universidad de La Laguna recorrió el litoral de las islas occidentales.
El objetivo era estudiar la evolución, estado de conservación y distribución actual de las algas pardas Cystoseira abies-marina, C. tamariscifolia y C. mauritanica en Canarias, y el proyecto de investigación ha sido encargado y financiado por la Dirección General de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Canarias y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
El grupo de investigadores, dirigido por Marta Sansón, realizó numerosos recorridos en embarcaciones a lo largo del perímetro de las islas de El Hierro, La Palma, La Gomera y Tenerife, registrando la posición y dimensiones de las poblaciones encontradas.
Asimismo, se realizaron recorridos a pie y muestreos en determinadas localidades para estimar la densidad y composición de las poblaciones dominadas por Cystoseira y el tamaño de los individuos.
La información obtenida se incorporó a bases de datos cartográficos para establecer el área de distribución actual y crear modelos de distribución potencial de las especies en condiciones óptimas.
Esta información se comparó con los registros históricos disponibles, especialmente con estudios previos de la distribución de las especies en Canarias realizados en 1987 y 2008.
Los resultados obtenidos indican que la única especie de Cystoseira que forma praderas submarinas en las islas occidentales es C. abies-marina y ponen de relieve una gran pérdida de sus poblaciones con respecto a su área potencial y a la extensión que ocupaban hace 30 años, siendo estas pérdidas superiores al 90% en gran parte del litoral de las cuatro islas estudiadas.
Las características que presentaba esta especie en el pasado solo se conservan en pequeños tramos rocosos del litoral norte de las Islas, y únicamente en las localidades de Punta del Hidalgo (Tenerife) y en el norte de El Hierro continúan formando praderas sublitorales de relativa extensión.
Los resultados muestran además una notable reducción en el tamaño de los individuos de esta especie, que en la mayor parte de las poblaciones no superan los 10 centímetros de longitud.
El declive o desaparición de estas praderas de macroalgas ha generado cambios en la estructura de las comunidades, con consecuentes efectos sobre la biodiversidad y conservación del medio marino de Canarias.
Como una posible causa del retroceso se apunta, entre otros factores, al aumento de la temperatura del agua del mar que se convierte en uno de los parámetros ambientales a evaluar en relación con la regresión de las poblaciones de Cystoseira.
Este proyecto ha sido realizado por los investigadores de la ULL Laura Martín, Nereida Rancel, Carlos Sangil, Javier Reyes, Sharay Orellana, Alberto Brito, Julio Afonso, Jacinto Barquín y Marta Sansón.
El Gobierno regional recuerda que estas especies son de gran interés para el Archipiélago canario ya que forman hábitats claves en las comunidades de costas rocosas expuestas al oleaje, con un elevado valor biológico, tanto por su productividad como por albergar una elevada biodiversidad florística y faunística a las que proporcionan sustrato, alimento y protección.
Está prevista la contratación para el periodo 2018-2019 de un segundo estudio para las islas orientales y los datos aportados por ambos estudios serán la base sobre la que la Dirección General de Protección de la Naturaleza, dependiente de la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, elaborará los planes de protección y conservación de estas tres especies.