La vuelta a las clases en septiembre o en octubre (aún no se ha concretado el mes) no será como la de un curso habitual. Canarias se encuentra a la espera de que las comunidades autónomas pacten con el Ministerio cuál es la modalidad por la que deben apostar para evitar contagios por coronavirus y que el regreso a los centros educativos se produzca con seguridad: combinar clases presenciales y digitales, buscar otros espacios para dividir más las clases o incluso turnos de mañana y tarde (una modalidad que dificultará la conciliación de las familias) son algunas de las propuestas. Para que cualquiera de estas fórmulas sea viable será necesaria la contratación de más docentes. Y es que esta comunidad autónoma tiene una de las ratios más altas del país al contar con 86 profesores por cada 1.000 alumnos. La media estatal, sin embargo, es de 99,6 y comunidades como Euskadi se encuentran en 117,6 profesores por cada 1.000 estudiantes, la cifra más alta. Sindicatos y colectivos como la Plataforma por el 5% en Educación (formada por docentes, algunos de ellos jubilados y otros que siguen en activo) calculan que la merma del Archipiélago con respecto a la media estatal es de 1.500 docentes ya que los procesos de oposiciones celebrados en los últimos años han permitido cubrir jubilaciones pero no incrementar la plantilla. Sin embargo, ante la situación actual, se precisará de unos 2.500.
La Asociación Española de Pediatría ha advertido de que el ciclo de Educación Infantil debe ser el último en volver a las aulas y considera que la ratio tendría que ser de cinco menores por aula. En Canarias el ciclo que depende puramente de la Consejería es el que abarca de tres a seis años, ya que el de cero a tres se suple gracias a escuelas infantiles privadas en su mayoría, y en un menor porcentaje municipales. Según un estudio de la plataforma Por el 5% en Educación basado en datos oficiales del Ministerio, en el Archipiélago la tasa de escolarización de menores de tres años es de 20,2, mientras que la media estatal es de 33,4. En menores de dos años la cifra es aún menor, 32,6% frente al 54,6% de la media estatal. Donde sí que Canarias se encuentra más cerca de la media es en escolarización a partir de tres años, con un 93% cuando la media es 96%. Los pediatras también recomiendan en su informe que en Primaria las aulas no excedan de 15 miembros, una cifra difícil de lograr debido a la insuficiencia de docentes y a las elevadas ratios que en ocasiones superan los 25 alumnos máximo en este ciclo o los 30 cuando se habla de Secundaria o Bachillerato.
Para uno de los portavoces de esta plataforma, Bernardino Ruiz, la vuelta a las aulas debe “estudiarse con serenidad” y por ello recuerda que el colectivo ha solicitado al Gobierno de Canarias que convoque una mesa con personas expertas en la materia para diseñar la desescalada educativa al igual que se ha hecho con Sanidad. Ese comité deberá valorar la brecha socioeconómica que se acrecienta. Por ello, desde la plataforma se insta a tener en cuenta “aspectos como la inversión en ayudas o medidas de apoyo al alumnado y familias más castigadas por la crisis social y económica derivada de la pandemia, en aspectos como los comedores escolares, la adquisición o préstamo de libros de texto y materiales escolares, así como de dispositivos informáticos y conectividad”. Así mismo, consideran que deberá coordinarse con las administraciones para que los recursos que se destinen a Educación a paliar los efectos de la crisis se complementen de forma adecuada.
Otro de los problemas a los que se enfrenta Canarias es al hecho de que muchos de sus centros educativos son obsoletos y no dispone ni siquiera de mobiliario o recursos suficientes. Así, destacan institutos en medio de cascos urbanos que en su momento no se pensaron para albergar a tantos alumnos y menos aún para hacer frente a una pandemia, sin olvidar que en las Islas existen aún 77 barracones. La diputada de Nueva Canarias Carmen Hernández comentaba por ejemplo en la última comisión parlamentaria de Educación la necesidad de buscar otros espacios con los ayuntamientos donde también los estudiantes puedan acudir para sus clases virtuales. Otras organizaciones como CCOO o el Grupo Multidisciplinar EducaCovid, del que forman parte docentes, pero también personas ligadas al anterior gobierno de Coalición Canaria como Juan José Gil, han presentado también sus propias propuestas para la desescalada, donde no faltan detalles como la importancia de la higiene, la desinfección, la distancia de seguridad o el uso de mascarillas. Por su parte, las propuestas del sindicato, como han hecho otros en Canarias como STEC o Anpe también incide en la necesidad de contratar más profesorado.
Para hacer frente a todas estas vertientes será necesaria una mayor financiación. La consejera dimitida de Educación en Canarias, María José Guerra, solicitó en la última Conferencia Sectorial celebrada entre las comunidades autónomas con el Ministerio más fondos para poder hacer frente a un curso escolar en el que de combinarse clases presenciales y digitales se necesitarán más docentes. La exconsejera recordaba entonces que el nuevo curso estará marcado también por un mayor índice de pobreza infantil (en Canarias es de un 41%) y que la prioridad del Gobierno regional debía ser la de rescatar al alumnado que se ha quedado desconectado en estos meses por la brecha digital y social. Ante esta situación, en las Islas se ha apostado por la entrega de una tarjeta recargable de 120 euros para la compra de alimentos de los estudiantes que se acogen en los comedores a cuota cero, además de la entrega de tabletas electrónicas para estudiar.
Canarias además afronta estos cambios en el modelo educativo en medio de una crisis dentro de la consejería. Las tensiones dentro del equipo terminaron por dinamitar el departamento, que ha asumido de forma provisional el titular de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena. En su primera comparecencia en comisión parlamentaria, el nuevo consejero ha aclarado que las becas de comedor en la modalidad de tarjetas recargables se mantendrán hasta final de año y que se potenciará en el nuevo curso la entrega de dispositivos al alumnado que lo necesite. Además, aseguró que la desescalada será consensuada con la comunidad educativa.