Los eurodiputados de Coalición por Europa, Izaskun Bilbao (PNV) y Ramon Tremosa (CiU), enviaron a la Comisión Europea una pregunta parlamentaria en la que se interesan por la posibilidad de que Canarias se convierta en sede del Observatorio Europeo de la Sequía.
Por iniciativa de Coalición Canaria (CC), los europarlamentarios interpelaron a la Comisión sobre las medidas tomadas para la creación del Observatorio y si tendrá en cuenta al Archipiélago como futura sede del mismo y como encargada de estudiar, mitigar y controlar los efectos de la sequía.
Para CC, informa un comunicado, Canarias, así como el resto de regiones ultraperiféricas (RUP), sería un laboratorio idóneo para la investigación en una serie de ámbitos, entre ellos el cambio climático, por sus características geográficas y geológicas.
En la argumentación esgrimida en la pregunta parlamentaria ante la Comisión Europea, los eurodiputados del Grupo Liberal recordaron que el Parlamento Europeo, en sesión plenaria del 21 de septiembre de 2010, pidió agilizar las ayudas a favor de las RUP en caso de catástrofes naturales, a consecuencia del informe Un enfoque comunitario para la prevención de catástrofes naturales y de origen humano, del eurodiputado Joao Ferreira.
En dicho informe, aprobado por la Eurocámara, se propone que en caso de catástrofes, como incendios, se realice una movilización acelerada del Fondo de Solidaridad de la UE. Los eurodiputados instan a la Comisión a presentar propuestas legislativas en el ámbito de la protección forestal y la prevención de incendios y la adopción de una política comunitaria en escasez de agua, sequía y adaptación al cambio climático. El Parlamento Europeo reiteró en el informe la importancia del establecimiento de un Observatorio Europeo de la Sequía que se encargaría de estudiar, mitigar y controlar sus efectos.
Este acuerdo fue adoptado en marzo de 2009, como resolución no vinculante. En él, los eurodiputados decidieron proponer la puesta en marcha de un observatorio europeo de la sequía como un departamento de la Agencia Europea de Medio Ambiente, con sede en Copenhague. Entre los argumentos se indicaba que la sequía contribuye a su degradación, sobre todo en el sur de Europa, junto a los incendios, a la desertización, la reducción de la biodiversidad o la salinización, así como a una presión medioambiental cada vez más fuerte sobre el suelo agrícola.