El Gobierno de Canarias contabiliza como tres las víctimas mortales por violencia machista este 2018, al contar también el caso de una mujer asesinada por su primo en Fuerteventura, según ha confirmado el área de Igualdad del Ejecutivo Regional. Para el Ministerio, han sido dos las mujeres asesinadas en Canarias este año ya que la ley estatal no contempla aún como víctimas de violencia de género la ejercida por hombres que no son parejas o exparejas de estas mujeres. Además, de momento, se mantiene en investigación el crimen de La Orotava del paso mes de agosto, a pesar de que la autopsia confirma que la mujer, de 40 años, y sus hijas, de 3 y 5 años, murieron asfixiadas.
La Ley canaria de Prevención y Protección Integral de las Mujeres contra la Violencia de Género va más allá de la ley estatal e incluye como violencia de género “todas las manifestaciones de violencia ejercidas sobre las mujeres por el hecho de serlo que impliquen o puedan implicar daños o sufrimientos de naturaleza física, sexual, psicológica o económica, incluidas las amenazas de realizar dichos actos, coacción, intimidación o privación arbitraria de libertad en la vida pública o privada”. Su ámbito de aplicación se extiende también a las niñas y adolescentes y reconoce además a los menores como testigos de violencia dentro de la familia.
Vanesa Santana fue asesinada el pasado mes de junio por su primo Jonathan en Betancuria, Fuerteventura. Tenía solo 22 años. Se trata de un caso que no está contemplado como crimen machista por el Ministerio, pero que en Canarias sí está contabilizado como tal. El Cabildo de esa isla, en consecuencia, ha recordado a la víctima en un acto por el Día contra la Violencia de Género.
Antes de ella, en enero de 2018 se producía el primer asesinato machista en Canarias del año y de toda España. Jennifer H. S, de 46 años, era asesinada por su expareja Esteban H. D., de 68 años en el municipio tinerfeño de Los Realejos. El hombre fue detenido días después.
En el mes de junio, un hombre asesinaba a su mujer en La Matula, en Gran Canaria. Lo que en un primer momento se creyó que había sido un accidente, ya que se produjo una explosión en la vivienda, la Policía pronto concluyó que en realidad se trataba de un caso de violencia de género, ya que la mujer, Marisa A.F, había sido apuñalada antes de la explosión. El hombre, confesó el crimen meses más tarde en el hospital donde seguía curándose de sus heridas tras la explosión.
La sociedad canaria volvía a consternarse en agosto de año, esta vez por el crimen de La Orotava. Una mujer, un hombre y sus dos hijas fueron halladados muertos en su vivienda en lo que apuntaba a un crimen machista y como tal lo empezó a investigar la Guardia Civil. El Ministerio de Interior aún no ha contabilizado a esta mujer, de 32 años como víctima de violencia de género a pesar de que la autopsia reflejó que tanto ella como las niñas habían sido asfixiadas.
Aunque el Gobierno de Canarias sí que confirmó como violencia de género este caso, más tarde alegó que tal y como ha subrayado la Delegación del Gobierno en Canarias, la investigación sigue abierta.
Este año, también se ha considerado como crimen machista el de Juana Ramos, la mujer desaparecida en 2016 en Gran Canaria. Su cuerpo sigue buscándose en la costa norte de la isla. La inclusión de Juana Ramos en el registro de víctimas mortales sin hallarse el cadáver es excepcional. El asesinato de la joven Marta del Castillo, cuyo cuerpo sigue sin aparecer, se añadió en un principio como un caso en investigación, pero no se ha incluido en el resgistro oficial.
Aunque la víctima ha salido de peligro, hace solo unos días, un nuevo caso de violencia machista consternaba al Achipiélago. Una mujer era rociada con ácido por su expareja, que había viajado desde Italia a Tenerife para agredirla. Él y su actual pareja se encuentran en prisión provisional.