El obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, ha pedido este lunes a los fieles que se pregunten “sobre qué edificamos nuestra vida, nuestros valores y nuestra educación” porque si “los cimientos no son sólidos y en Dios corren peligro de derrumbarse”.
Álvarez recordó que quien “no prevé las consecuencias de edificar una vida sin cimientos sólidos se arruina y si vemos ruina en nuestra sociedad habrá que buscar las causas” y que si no tenemos “buenos cimientos y queremos triunfar se produce derrumbre de nuestros proyectos” por lo que apeló a vivir en Dios y en la Virgen María.
Miles de peregrinos se han acercado hasta la Villa Mariana de Candelaria para honrar a la Patrona en el día grande de sus fiestas. Las previsiones del Ayuntamiento de superar los 200.000 visitantes durante este fin de semana se han cumplido y Candelaria se ha visto abarrotada de canarios que acudían a ver a la Virgen.
Los actos de este 15 de agosto, festividad de la Asunción de María a los cielos, comenzaron con la recepción de los tambores y la ofenda de la Asociación Cultural La Guanchería de Los Realejos. No obstante, durante toda la noche la Basílica permaneció abierta tanto para recibir a los peregrinos que fueron llegando de madrugada como para celebrar, cada hora, el rezo del rosario.
Otro de los momentos más tradicionales de este 15 de agosto se produjo alrededor de las 10:00 horas, con la llegada de la marcha atlética y la ofrenda a la Patrona. Un cuarto de hora después salían en una procesión cívica desde el Ayuntamiento las autoridades para asistir a la recepción que, en la misma plaza, realizaría el representante del Rey en estas fiestas que, por turno, este año recayó en el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero.
Acto seguido, presidió el desfile de las Fuerzas Armadas que, como es tradicional, incluyó un desfile de infantería. Los asistentes acogieron con enorme entusiasmo las marchas y los acrobáticos giros de fusil que llevaban a cabo los soldados en honor de la Virgen y del representante de Su Majestad.
Así, a las 11:00 comenzaba la misa presidida por el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez. Durante la celebración de la eucaristía el ambiente en el interior de la basílica era sofocante debido a que estaba abarrotada.
Tanto es así que el consejero de Presidencia del Gobierno de Canarias, Francisco Hernández Spínola, sufrió un pequeño desfallecimiento durante la homilía, y tuvo que ausentarse del templo.