El Juzgado de lo Penal número 3 de Las Palmas de Gran Canaria ha condenado a dos años de cárcel a dos toxicómanos que mantuvieron ocultos durante una década a sus dos hijos menores, sin inscribirlos ni enviarlos a la escuela, por temor a que los servicios sociales se los quitaran.
La sentencia impone por estos mismos hechos un año de cárcel a otros dos familiares del padre de los menores que se hicieron cargo del cuidado de los niños, pero sin remediar su situación irregular.
Los dos niños permanecieron en esas circunstancias desde sus respectivas fechas de nacimiento (en los años 2000 y 2002), hasta 2011, cuando las autoridades descubrieron su desamparo.
El Juzgado considera probado que, como consecuencia de ese abandono, los menores no sabían leer ni escribir, no figuraban el Registro Civil, carecían de los conocimientos propios de los niños de su edad, tenían dificultades de vocabulario y presentaban algunos síntomas de inseguridad y de mala nutrición.
Además, la situación que vivieron ha provocado que tengan problemas de adaptación al entorno escolar, además de manifestar un sentimiento de estigmatización y una baja autoestima.
Los dos familiares condenados junto a los progenitores, el abuelo paterno y una prima del padre, alegaron durante el juicio que ellos cuidaron de los niños sin que les faltara de nada, pero la sentencia les reprocha que no denunciaran su desamparo, ni remediaran su falta de escolarización.
Una tercera familiar que también participó en la ocultación de los menores ha sido absuelta del delito del que se le acusaba debido a que padece una enfermedad mental, pero el juez le impone como medida de seguridad un año de internamiento psiquiátrico.