La ayuda que ofrece Cáritas llega a 40.000 personas en Canarias, una cifra de beneficiarios que “no cambia” con el paso de los años debido a la falta de políticas públicas contra la pobreza, según han denunciado este jueves en una rueda de prensa responsables de la institución.
Tanto la secretaria general de la ONG en Las Palmas, Caya Suárez, como el obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases, que han presentado la memoria de su actividad relativa a 2016, han subrayado que “lo significativo de estos datos es que no cambian”, lo que convierte en “estructural e intergeneracional” la pobreza en las Islas por la falta de políticas públicas que ayuden a paliarla.
“Puede haber un crecimiento económico, pero no tiene efecto en la población canaria”, ha afirmado Suárez, quien ha resaltado que Cáritas atendió directamente el pasado año a 10.160 personas en Las Palmas, una ayuda que llegó a sus respectivos entornos familiares, caracterizados, en su mayoría, por la presencia de menores, el paro y la falta de ingresos, si bien una de cada tres “estaba sola”.
“La situación continúa, si no accedemos a políticas púbicas que no vulneren derechos de las personas, como el acceso al empleo o a una vivienda, esto se agrava”, ha aseverado Suárez, quien ha precisado que en 2016 la ONG atendió en Las Palmas a 1.329 personas sin hogar.
El obispo Francisco Cases ha considerado que Cáritas, una entidad dependiente de la Iglesia, “ha conseguido captar la atención y la solidaridad de creyentes y no creyentes”, y con ello, llegar a “un mercado muy abierto de solidaridad”.
Sin embargo, el prelado se ha emocionado cuando ha llamado la atención sobre el hecho de que, mientas que la cuantía de las ayudas de las administraciones públicas -local, insular, regional y estatal- recibidas por Cáritas en Las Palmas en los últimos diez años ha crecido “un 1%”, la que han aportado particulares y empresas “se ha triplicado” pese a la coyuntura de crisis económica.
En el capítulo de donaciones particulares, Cases ha destacado que en el último año ha caído el número de socios y ha subido las aportaciones de las empresas, al tiempo que ha recalcado que las colectas individuales realizadas en las parroquias sólo disminuyeron con la entrada en circulación del euro, pero con la crisis económica comenzó “una subida que no se ha detenido” hasta el momento.
El obispo ha achacado al “individualismo”, que ha calificado como “un problema social de envergadura mundial” que llega a “romper familias”, la baja afiliación y la falta de compromiso que se detecta en todos los ámbitos, también en el político.
Al respecto, el obispo de Canarias ha recordado que la jornada mundial de la pobreza, que se celebrará por primera vez este año, concretamente el próximo 19 de noviembre, porque así lo ha considerado el papa Francisco, invitará a “no hablar de palabras, sino de obras”.
El mensaje que el papa ha difundido hace dos días con motivo de esta celebración, al que ha aludido Cases, “señala que asistimos a una sociedad que camina sobre el individualismo”, pese a que “el ser humano es persona, no individuo”, de ahí que la labor de Cáritas se centre en “potenciar el sentido de comunidad”.
La secretaria general de la institución en Las Palmas, Caya Suárez, también ha informado de que seis de cada diez personas atendidas en esta provincia en 2016 eran mujeres, ocho de cada diez tenía estudios obligatorios o inferiores, una de cada cuatro era extranjera y seis de cada diez tenía entre 40 y 59 años.