Más conflictividad en el aula y mayor necesidad de atención psicológica para el profesorado tras dos años de pandemia. Es el principal balance que realiza el Defensor del Profesor en Canarias, un servicio prestado por el sindicato ANPE y que ha dado a conocer este miércoles que 141 docentes necesitaron atención durante el curso pasado por diversas causas. “Hemos vuelto a cifras de atención anteriores a la pandemia”, resaltó Bernardo Huerga, coordinador del servicio del Defensor del Profesor en Las Palmas y que leyó un correo de una profesora que se encuentra de baja tras 36 años en el ejercicio de su profesión, donde narraba una situación en la que había llegado al punto de no poder dar clases.
Del total de atendidos, 101 alegaron problemas con el alumnado, 36 indicaron incidentes con familiares de los estudiantes y cuatro con el equipo directivo. La presidenta de ANPE en Las Palmas, María Perera hizo hincapié en que cada vez más docentes requieren atención psicológica por cuadros de depresión o ansiedad asociados a los incidentes puestos en conocimiento del servicio y en que “hay que empezar a prestar más atención a los problemas de salud que sufre el profesorado víctima de acoso o agresiones”.
De hecho, mientras en el curso anterior, el 59% de docentes que denunciaron incidentes sufrieron ansiedad o depresión, o tuvieron que causar baja médica, este último curso el porcentaje se elevó hasta el 85%. Por ello, “las intervenciones de apoyo psicológico efectuadas por los profesionales adscritos al servicio se elevaron considerablemente”, recoge la memoria.
Durante la rueda de prensa, Huerga también hizo hincapié en el aumento de otro tipo de situaciones como las agresiones entre alumnos (13 en total) y las agresiones a profesores, donde se contabilizaron hasta 16. De hecho, en solo un curso, este tipo de incidentes se incrementó en más de un 100%, al pasar de 7 a 16 casos.
Detalló que las agresiones registradas han sido de distintos tipo, pero que ha aumentado de “forma sensible”. Así mismo, apuntó a los 41 casos de faltas de respeto, seis casos de acoso al profesorado, 44 de amenazas al profesorado, 29 caos de ciberacoso, y tres de de daños a la propiedad.
En la memoria se refleja que “esta situación está directamente relacionada con la subida de casos en Secundaria, dado que en esa etapa educativa suele el propio alumnado ser el causante de la mayor parte de incidentes, a diferencia de los niveles inferiores, en los que el protagonismo recae más en las familias. De los 141 casos atendidos, 77 se dieron en la enseñanza secundaria; 33, en primaria; 22, en Formación Profesional Básica; 6, en Educación Infantil; y 3, en ciclos formativos”.
Relación con las ratios
El presidente de ANPE Canarias, Pedro Crespo, hizo hincapié en la necesidad de seguir reduciendo las ratios en el Archipiélago, es decir, el número de alumnado pro profesor. Celebró el acuerdo alcanzado con Educación para incorporar 1.600 docentes, pero insistió en que “los datos vuelven a confirmar que la disminución del número de estudiantes por docente es una medida necesaria para mejorar el clima de convivencia en los centros”.
De hecho, el sindicato alude a que en los años de pandemia las ratios se vieron reducidas y ello conllevó a una disminución de la conflictividad en el aula que vuelve a aumentar este año, pues 141 docentes se pusieron en contacto con el Defensor del Profesor para denunciar algún tipo de incidente frente a los 130 que lo hicieron el año anterior.
ANPE recuerda que en los catorce años que lleva en funcionamiento en Canarias, El Defensor del Profesor de ANPE ha asesorado y acompañado a 1.837 docentes afectados por problemas de conflictividad escolar. En toda España la cifra se eleva hasta los 42.439 casos atendidos desde que se activó el servicio a escala estatal; de ellos, 1.994 el curso pasado.