Cuatro de los 82 inmigrantes subsaharianos del cayuco avistado este sábado al suroeste de Gran Canaria, en el que viajaban los cadáveres de tres varones adultos, continúan ingresados en hospitales de la isla, a la que llegaron tras partir desde algún punto de la costa de Mauritania.
Casi la mitad de los integrantes de esta expedición de inmigrantes, concretamente 41, precisó, tras permanecer tres días sin comer ni beber, de asistencia sanitaria a su llegada al muelle de Arguineguín, donde les esperaban miembros de Cruz Roja y el Servicio de Urgencias Canario (SUC), que les atendieron después de que agentes del instituto armado los desembarcaran “prácticamente a pulso” debido a la debilidad que presentaban.
Según informó la Guardia Civil en un comunicado, los cuatro inmigrantes que permanecen hospitalizados se encuentran en la Clínica San Roque Meloneras y en el Hospital Insular de Gran Canaria.
Al igual que muchos de sus compañeros, estos inmigrantes, que son varones adultos, padecen síntomas de hipotermia, deshidratación, contusiones, quemaduras y rozamientos por el duro viaje realizado hasta Canarias, en cuyas aguas fueron localizados esta madrugada tras haber partido, según los primeros datos obtenidos por la Guardia Civil, desde algún punto de la costa mauritana.
A su llegada a tierra, muchos de los ocupantes de la barquilla presentaban dolores torácicos y problemas musculares importantes que les impedían caminar, mientras que a uno de ellos se le detectó una fractura, según informó Manuel Sánchez, miembro de Cruz Roja que participó en el dispositivo humanitario desplegado en Arguineguín tras la llegada del cayuco.
Sánchez destacó que el hecho de que los inmigrantes fueran atendidos en el muelle de Arguineguín, y no a pie de playa, como ocurre en otras ocasiones, facilitó las labores de los efectivos sanitarios y voluntarios que les atendieron, así como el acceso de las ambulancias desplazadas hasta el lugar.
Destacó que tanto el niño de 9 años como la bebé de meses, concretamente de 18, según ha precisado la Guardia Civil, que viajaban en el cayuco, en el que también venían sus madres junto a otras dos mujeres, ninguna de ellas embarazadas, se encontraban en perfecto estado de salud, hecho que achacó a lo mucho que protegen a los niños los integrantes de estas expediciones.
Estos dos menores permanecerán el fin de semana, junto a sus madres y las otras dos mujeres, al cuidado de miembros de Cruz Roja en un centro de acogida en el que les proporcionarán ropa de niños y alimentos adecuados a sus necesidades nutricionales.
Dos personas, inconscientes
Los tres varones adultos que llegaron muertos en el cayuco fueron hallados por la Guardia Civil tumbados en el fondo de la barcaza junto a otros dos que estaban inconscientes pero con constantes vitales, por lo que se pudo reanimarles luego en tierra.
La muerte de estos tres hombres obedece, muy probablemente, a la dura travesía realizada hasta Canarias, en la que, como sus compañeros de viaje, “pasaron mucho frío” y se enfrentaron a adversas condiciones marítimas, dijo a Efe Manuel Sánchez.
Como ya ha ocurrido en otras ocasiones, se da la circunstancia de que en la embarcación, de 14 metros de eslora y que fue localizada sobre las 01.30 horas por los radares del SIVE cuando navegaba a 1,5 millas de Pasito Blanco, al suroeste de Gran Canaria, también viajaban familiares de los tres varones fallecidos.
Concretamente, Sánchez informó de que en la barquilla venía un hermano “de uno o dos” de los varones muertos.
A su llegada a Gran Canaria, a los integrantes de esta nueva expedición de inmigrantes irregulares se les proporcionó agua y té caliente “para que recuperaran la temperatura”, agregó el miembro de la organización humanitaria.
Cruz Roja seguirá atendiendo durante el fin de semana en la comisaría de Maspalomas a los inmigrantes de este cayuco para facilitar su completa recuperación hasta que, tras ser identificados, sean trasladados hasta un centro de internamiento de extranjeros, en el caso de los adultos.
Los cadáveres de los tres inmigrantes fallecidos durante la travesía fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Las Palmas de Gran Canaria.