Incorporar a algunos cirujanos a las guardias de urgencias. Esta fue una de las decisiones tomadas por la dirección médica del Hospital Universitario Insular Materno Infantil de Gran Canaria para atender la fuerte presión asistencial que vive el complejo hospitalario por los ingresos de pacientes COVID-19. Poco tiempo después de que la gerencia diera a conocer esta medida, un grupo de cirujanos anunció su negativa a acatar esta orden, que atribuyeron a una “falta de previsión y planificación que afecta a las urgencias desde hace dos años''.
El jefe de Angiología y Cirugía Vascular, especialidad encargada del estudio, diagnóstico y tratamiento de enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos, remitió a la dirección un escrito en el que informaba de que todo su equipo se negaba a cubrir estas guardias. La directora médica del Hospital, Mercedes Prieto, señaló en declaraciones a la Radio Televisión Canaria (RTVC) a estos profesionales, asegurando que ''no han querido colaborar''. ''Todos los trabajadores del complejo se están batiendo el cobre para sobrellevar esta sexta ola y dar a nuestros pacientes la mejor atención que podemos. Solo hay cuatro personas que no han querido colaborar con esta asistencia''.
Irene Justo, una de estas sanitarias, ha explotado contra la dirección. ''Ha salido usted diciendo en nada más y nada menos que la Televisión Canaria que solamente cuatro adjuntos del Hospital Insular no quieren trabajar y arrimar el hombro en esta etapa tan dura de la pandemia. No puedo más que reír'', aseveró.
''Atrévase. Cuatro cirujanos vasculares que le sacan adelante el trabajo de un servicio tan importante como el mío. Hacen 15 guardias localizadas cada mes. No libran las guardias para no suspender consultas y quirófanos. Algunas veces se ven en la obligación de operar solos porque el resto de los compañeros están ocupados en otras tareas'', explicó la sanitaria.
Justo ha lamentado que la directora médica haya insinuado en declaraciones públicas que su equipo no trabaja. ''Mi servicio lleva meses con quirófanos suspendidos, pacientes esperando semanas para ser operados, cirujanos operando de urgencias cosas que no son urgentes con la inestimable ayuda de anestesia y todo el equipo quirúrgico para sacar a la gente para adelante'', añadió.
''No nos quiera poner en contra del resto de compañeros porque no lo va a conseguir, no somos estúpidos. No somos cuatro, somos muchos más, pero el miedo a sanciones es respetable'', ha concluido la cirujana.