Cubiertas en mal estado y un nivel de ruidos que dificulta la concentración en clase. Es la situación a la que se enfrenta día a día el alumnado y profesorado de la Escuela de Arte y Superior de Diseño Gran Canaria, situada a ras de la autopista GC-1, la más transitada de la isla. Este lunes la comunidad educativa de esta escuela ha secundado una huelga y una protesta que ha culminado con la lectura de un manifiesto frente a la sede de la Consejería de Educación, en la capital grancanaria.
Trabajar con goteras cuando se producen días de lluvia, desprendimientos en los techos o que los equipos técnicos sufran daños esa algo que ha ocurrido en reiteradas ocasiones. Ejemplo de ello fue tras la tormenta Hermine, cuando el centro se vio obligado a suspender las clases durante tres días. Un espacio educativo donde se imparte el Bachillerato artístico , ciclos formativos artísticos, así como enseñanzas artísticas superiores.
“Desde hace muchos años, la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias tiene conocimiento del penoso estado de las cubiertas del edificio y sus consecuencias: severas inundaciones a la mínima lluvia, daños en equipos informáticos y demás maquinaria, desprendimientos en techos, riesgos innecesarios para quienes trabajamos y estudiamos allí”, resume el manifiesto.
Hermes Ortega es profesor de Medios Audiovisuales en esta escuela y explica que se superan constantemente los niveles de ruido establecidos por la ley, que contempla un máximo de 40 decibelios para los centros educativos, pero se han llegado a superar los 70 en determinadas horas del día. “Tenemos normalmente 15 o 20 decibelios por encima de lo normal , nunca ninguna medición hecha realiza decibelios por debajo de los máximos”, indica.
El docente señala que durante la pandemia esta cuestión se vio agravada porque la normativa anticovid recogía la necesidad de ventilar constantemente las aulas. “Estuvimos dando clase con micrófonos y altavoces, poniéndonos en sesiones online para que el alumnado que estaba presencial para nos oyera a través de los auriculares, pero es que aun cerrando las ventanas estamos superando los máximos establecidos”, destaca.
Día de huelga en busca de soluciones
La decisión de realizar esta huelga la ha tomado los representes del alumnado en el Consejo Escolar, y el profesorado la ha apoyado. Hermes Ortega destaca que se trata de más de 1.400 alumnos y alumnas así como de 145 docentes y estima que la hayan secundado más de un tercio de las personas que componen esta comunidad educativa. “Somos uno de los centros educativos públicos más grandes del país”, resalta el comunicado.
Alumnado y profesorado insisten en que no se trata de un problema nuevo ni puntual, sino que se lleva sufriendo muchos años. “Hoy nos manifestamos para denunciar el estado de abandono en que se encuentran nuestras instalaciones”, aseguran.
Destacan que desde “hace muchos años”, la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias tiene conocimiento del “penoso estado de las cubiertas del edificio y sus consecuencias”, así como del hecho de que la cercanía de la GC-1 hace que soporten unos niveles de ruido muy superiores a los máximos que estable la Ley para centros educativos.
“El malestar es generalizado, lo hemos hablado en el Consejo Escolar, en el Claustro...” insiste el profesor, que apunta la posibilidad de comparecer próximamente en el Parlamento de Canarias a petición del diputado Poli Suárez (PP) para explicar esta situación.
Posibles soluciones
“Todo esto ha sido denunciado una y otra vez ante la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias sin que hasta la fecha se haya realizado ninguna intervención integral y definitiva para resolver los problemas que padecemos”, denuncian los manifestantes, que añaden que en este tiempo se han producido “visitas de técnicos que no se concretan en nada, vagas promesas que nunca se cumplen, grandes declaraciones acerca de la calidad y la importancia de la educación pública... palabras, palabras, palabras. Pasan los años y nada cambia”.
Desde la Consejería de Educación señalan que, en cuanto al problema de las cubiertas, se elaboró un proyecto, que se licitó, pero quedó desierto. Destacan que recientemente se ha hecho un ajuste de precios y se va a volver a licitar. Por otro lado, en cuanto a la insonorización, apuntan que próximamente acudirá un técnico a esta Escuela de Arte y Superior de Diseño para analizar evaluar un cambio en la carpintería y sustituir ventanas. También aseguran que se estudiará la posibilidad de incluir mamparas que permitan reducir esos niveles de ruido entre otras cuestiones.
Las personas afectadas por la situación de esta escuela exigen “una reunión urgente de los y las representantes de los diferentes sectores de nuestra comunidad educativa con la Consejera de Educación, donde se asuma un compromiso riguroso para resolver de forma integral los problemas que sufren nuestras infraestructuras”. “¡Exigimos las cartas sobre la mesa y la firma impresa!”, concluye el comunicado ratificado por la comunidad educativa de esta escuela.