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Un colectivo de windsurfistas intenta evitar que el Grupo Anfi ocupe una playa en Santa Lucía

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

Una asociación creada por usuarios de la playa de Bahía de Formas, en el municipio grancanario de Santa Lucía de Tirajana, y por empresarios que regentan escuelas de windsurf que operan en la zona ha decidido plantar batalla al proyecto que abandera el Grupo Anfi para instalar un centro de actividades náuticas sobre las piedras de esta playa.

Una de las filiales del emporio de Santiago Santana Cazorla y los herederos de Bjorn Lyng, Anfi Vacation Club, en colaboración con la sociedad PozoWinds, obtuvo el pasado mes de enero una licencia para ocupar 480 metros cuadrados de una parcela que pertenece a la Autoridad Portuaria de Las Palmas –se encuentra dentro del dominio público del Puerto de Arinaga-.

Del total de esta superficie, 150 metros cuadrados se destinarán al denominado centro escuela, que pretende convertirse en una referencia para iniciados en diferentes modalidades de deportes de viento y mar, y los 330 restantes, a una plataforma de madera sobre la que descansará el material.

En el proyecto, que fue presentado en septiembre de 2014, los promotores de esta iniciativa destacan que se trata de una instalación modular y desmontable, que estará “integrada y camuflada” en el paisaje con una tendencia a la horizontalidad. La inversión prevista es de 300.000 euros y Anfi Vacation Club calcula un volumen de negocio de 1.035.900 euros anuales y unos beneficios de 225.000 euros al año entre la escuela de deportes de vela ligera y el alquiler y la venta de materiales. La licencia es, en principio, para un año.

La denominada Asociación de Usuarios de Cuevalaya, Bahía de Formas y Arinaga, que aglutina a los opositores el proyecto de Anfi y PozoWind en la zona, ha recabado el apoyo de 17 colectivos, plataformas, partidos políticos y empresas del sector y ha elevado escritos a la Autoridad Portuaria de Las Palmas, que es la que ha concedido el permiso, y al Ayuntamiento de Santa Lucía, que respalda el proyecto y otorga la licencia de actividad, para evitar que una empresa privada ocupe la playa.

Entre los firmantes del documento elaborado por la asociación se encuentran, entre otros, Ben Magec-Ecologistas En Acción, la Asociación de Vecinos de Sardina, la Federación Canaria de Pesca, Ascan, el PSOE, el PP, La Fortaleza de Santa Lucía, Canarias Decide Agüimes, Se Puede Ganar Santa Lucía, el Partido Verde Canario o miembros de la candidatura de Podemos al Cabildo de Gran Canaria.

Según han explicado a este periódico dos portavoces de esta asociación, Bahía de Formas es un lugar ideal para el aprendizaje de diferentes modalidades de windsurf debido a sus condiciones más abrigadas del viento que otras playas frecuentadas por amantes de este deporte, como Pozo Izquierdo o Vargas, que requieren de una mayor experiencia. Por ello varias escuelas operan desde hace años en este enclave en convivencia con usuarios particulares que ahora temen que el proyecto de Anfi les restrinja el acceso a la playa.

La Asociación de Usuarios de Cuevalaya, Bahía de Formas y Arinaga defiende el uso público de la playa y propone una alternativa para el desarrollo y acondicionamiento de la zona. Esta iniciativa, que ya se había planteado a nivel informal en mayo de 2014 y se había discutido en las redes sociales, no se concretó hasta el pasado mes de marzo, cuando este colectivo ciudadano presentó ante la Autoridad Portuaria y al Ayuntamiento un proyecto para desmontar el talud que se ubica a unos veinte metros de la playa, en terrenos de propiedad municipal, y construir una zona de aparcamientos para facilitar el acceso de los windsurfistas a la playa con su equipamiento.

La primera línea del espacio generado se repartiría, según la propuesta registrada, “de manera solidaria, justa y equitativa entre uso público y privado”. Para la asociación, esta opción supondría un mínimo impacto para el medio ambiente al dejar Bahía de Formas libre de ocupaciones y, además, permitiría “el paso y uso de toda la playa a todo tipo de usuarios de una manera libre y gratuita como ha sido siempre”, con pequeños espacios reservados para que las empresas puedan operar y descargar el material cerca del mar pero sin invadir la zona de piedras.

Los detractores del proyecto impulsado por el Grupo Anfi consideran que la estructura interferirá en los vientos alisios que soplan en este enclave, algo que la empresa niega en su proyecto. Además sostienen que la instalación del centro escuela tendrá costes ecológicos en la zona. “No admitimos proyectos que no contemplen un estudio de impacto ambiental”, señalan desde la asociación. Anfi Vacation defiende, en cambio, que la propuesta no debe ser sometida a esta evaluación.

Para la Asociación de Usuarios de Cuevalaya, Bahía de Formas y Arinaga, hay espacio suficiente en las cercanías para evitar el impacto ambiental. En este sentido, ha llegado a plantear que el proyecto se realice varios metros más atrás, sin ocupar las piedras, aunque en este caso sería el Ayuntamiento el que tendría que otorgar una concesión porque la instaslación se ubicaría en una parcela de su propiedad.

Aparte de la recogida de firmas, este colectivo de windsurfistas está intentando organizar una reunión con las partes afectadas para intentar llegar a un acuerdo que satisfaga a todos.