Condenado a seis años por violencia machista

Europa Press

La Sección II de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a J.M.S. a un total de seis años y seis meses de cárcel por retener ilegalmente, golpear y amenazar a su ex pareja en Las Palmas de Gran Canaria. De esta manera, el juez le ha impuesto un total de cinco años de cárcel por un delito de detención ilegal; un año de prisión por un delito de malos tratos y seis meses por un delito de amenazas.

La sala consideró probado que durante la madrugada del 19 de noviembre de 2012, el acusado -ejecutoriamente condenado en sentencia firme de 21 de enero de 2005, de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas a pena de prisión de once años por delito de homicidio- mantuvo una discusión en su domicilio con su ex pareja. El motivo del desencuentro fue que el acusado le reclamaba a la mujer que le entregara la tarjeta SIM de su teléfono móvil para identificar a su nueva pareja.

Cuando la mujer quiso abandonar el domicilio, sobre las 07.30 horas de la mañana siguiente, junto a su hija menor, el hombre se lo impidió y las retuvo, impidiéndoles incluso comer hasta las 17.00 horas. Durante este período, además de no dejarla salir, y en presencia de la niña, le propinó golpes en la cabeza, el cuello y el resto del cuerpo, produciéndole lesiones consistentes en cefalea postraumática, hematoma en región frontal, eritemas en región facial y en la humeral izquierda y edema en pie derecho y mano derecha que curaron, con una primera asistencia facultativa, en cinco días, durante los cuales no estuvo impedida para sus ocupaciones habituales, y sin secuelas.

Por su parte, sobre las 17.00 horas, la ex pareja, aprovechando que el condenado se había asomado a la ventana para hablar con un amigo, cogió a su hija y huyó de la casa hasta la calle, donde, alertados por los vecinos, fue asistida por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, quienes detuvieron al acusado. Por último, el día 21 de noviembre de 2012, sobre las 13.15 horas, y cuando J.M.S. se encontraba en uno de los calabozos de los Juzgados de Instrucción de Las Palmas de Gran Canaria, tras arrancar una pieza metálica de una de las verjas, dijo en voz alta al resto de las personas que allí estaban que iba a clavársela en el ojo a la chica que había provocado su detención.