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Condenado a 12 años y 6 meses de prisión el joven que apuñaló a otro en Schamann

La Audiencia de Las Palmas ha condenado a 12 años y seis meses de prisión al joven José Eleazar R.N., que apuñaló a Rafael Medina Alemán, de 22 años, en el barrio de Schamann de la capital grancanaria, en 2006, después de que un jurado popular lo considerara culpable de homicidio.

En la sentencia hecha pública este miércoles se condena al joven por el delito de homicidio con el agravante de abuso de superioridad, si bien se ha tenido en cuenta que carece de antecedentes penales.

El acusado además deberá indemnizar al padre de la víctima con 130.000 euros, refiere el fallo del tribunal.

Según los hechos probados por el jurado, el acusado circuló con su vehículo BMW a gran velocidad por distintas calles de Schamann el día del suceso, y días antes estuvo a punto de atropellar a la hermana de la víctima, embarazada de ocho meses, y a su hija de 9 años, cuando se disponían a cruzar la calle.

Así mismo, el día del suceso la víctima estaba en un bar cuando el acusado pasó en su vehículo por delante del local en un par de ocasiones, a la vez que reducía la velocidad y miraba hacia su interior, y que esa actitud fue interpretada como una provocación por parte del fallecido.

Éste decidió salir a buscar al acusado para pedirle una explicación por su comportamiento, mientras que José Eleazar R.N. aparcó su vehículo y fue advertido de que Rafael Alemán Medina le estaba buscando.

Objeto punzante de 20 centímetros

El acusado, según los hechos probados, cogió un objeto punzante de doble hoja y de al menos 20 centímetros de longitud y dos de ancho y aguardó con el arma escondida a que llegara la víctima, quien, en cuanto vio al acusado, se abalanzó sobre él y le dio dos puñetazos.

José Eleazar R.N. cogió el arma que mantenía oculta y con intención de acabar con su vida, se lo clavó con todas sus fuerzas en el costado izquierdo hasta hacer tope contra el cuerpo, según los hechos probados por el jurado, que sostiene que la víctima sufrió dos heridas mortales.

La víctima, herida de muerte, se separó de su agresor y huyó del lugar en busca de ayuda, mientras que el acusado le llegó a lanzar el arma homicida sin llegar a darle, sostiene el tribunal jurado.

Posteriormente, la víctima fue conducida en una furgoneta hasta el Hospital Negrín de la capital grancanaria, donde no se pudo hacer nada para salvar su vida.