MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Hasta ocho años de media tardan actualmente los pacientes con espondilitis anquilosante en ser diagnosticados, en gran medida debido a que faltan pruebas definitivas para realizar el diagnóstico y al escaso conocimiento de este grupo de enfermedades, según ha asegurado el especialista en Reumatología del Hospital de Bellvitge en Barcelona, el doctor Xavier Juanola.
“Son muchas las causas atribuibles a este retraso. Desde la falta de pruebas definitivas para realizar el diagnóstico hasta la demora por parte de los pacientes a consultar o a la falta de conocimiento de este grupo de enfermedades por muchos profesionales médicos”, afirma.
La espondilitis anquilosante es una enfermedad debilitante inflamatoria crónica que generalmente comienza en gente joven, principalmente hombres, a partir de los 20 años. Por este motivo, los expertos señalan que es fundamental realizar un diagnóstico temprano, el problema es que, en muchos casos, los síntomas iniciales suelen ser confundidos con dolor de espalda producido por el ejercicio físico o fruto de una tensión muscular.
“El síntoma más frecuente de estas enfermedades es el dolor vertebral, la lumbalgia. A pesar de ello, en muchos casos no se considera la posibilidad de que este trastorno pueda ser el inicio de una espondiloartritis y se atribuye a un proceso banal. Hay, sin embargo, algunas características de estos episodios de lumbalgia que ya nos pueden hacer considerar la posibilidad de una espondiloartritis”, destaca Juanola.
Cuanto más tarde se diagnostica una espondiloartritis, peor es el pronóstico de la enfermedad, señalan los especialistas. “Conforme la enfermedad avanza se produce mayor limitación de los movimientos, más anquilosis, más daño de las vértebras y de las articulaciones”, afirma este expertos.
En este punto hay que tener en cuenta que si no se trata correctamente pueden llegar a tener una incapacidad importante que impide al paciente realizar una actividad laboral e incluso actividades sociales de forma normal.
FORMACIÓN EN NUEVAS TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO
Precisamente para reducir la falta de conocimiento y aumentar la información sobre las nuevas técnicas de diagnóstico se ha puesto en marcha el Proyecto IMAS, del cual es coordinador Juanola, y que, concretamente, tiene como objetivo formar a los profesionales sobre las nuevas técnicas de imagen en espondiloartritis.
Este proyecto de formación continuada, puesto en marcha por el Grupo Español para Estudio de las Espondiloartropatías de la Sociedad Española de Reumatología (GRESSER) con la colaboración de Pfizer, y que cuenta con el aval de la Sociedad Española de Reumatología (SER), será impartido esta semana en Madrid y Barcelona a reumatólogos de toda España.
“El objetivo es establecer un curso de imagen específico de espondiloartritis para reumatólogos, en el que se pretende por un lado revisar las técnicas de imagen convencionales y determinar su indicación actual y, por otro, formar a los asistentes en la interpretación, validez, análisis crítico y conocimiento de técnicas de imagen más emergentes y que suponen herramientas indispensables para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de este grupo de enfermedades”, explica.
Actualmente, los reumatólogos destacan el valor en alza que ha supuesto para el diagnóstico la resonancia magnética, que permite ver lesiones muy precoces en la columna y en las sacroiliacas que no pueden detectarse con otras técnicas, y la ecografía, que aunque aún se encuentra en proceso de estudio ha demostrado ser útil en el diagnóstico precoz en combinación con otros signos de la enfermedad.