Con un semáforo. Así es como se mide la pandemia del coronavirus en Canarias (y en el resto de España). El problema no está en la concepción del mismo. Verde significa que la evolución es buena y rojo hace activar las restricciones. La cuestión relevante en el Archipiélago viene cuando tiene que mirar a tres semáforos diferentes, actualizados por tres organismos distintos, para saber cómo sigue el virus en las Islas, y también poner un ojo en los municipios más poblados (Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Telde) en caso de que alguno de ellos supere una incidencia de 500 casos por 100.000 habitantes en las últimas dos semanas. Cuatro indicadores en total para medir el nivel de riesgo. Una forma heterogénea de marcar las normas.
El semáforo de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias
Este es el más antiguo, el que impuso el Ejecutivo regional de Ángel Víctor Torres a finales de agosto para atajar la enfermedad en las islas con mayor incidencia. Importante esto último: solo se circunscribe a las islas de Canarias. No afecta ni a municipios ni a la comunidad autónoma en su conjunto. En el caso de que una isla supere los 50 casos por 100.000 habitantes en los últimos siete días o alguno de los municipios supere una incidencia de 100, se aplicarán limitaciones específicas a la movilidad. Las reuniones sociales de más de 10 personas se prohíben y bares y restaurantes deben cerrar sus locales antes de las 00:00. Se actualiza cada semana y en estos momentos solo Tenerife está pintada en rojo, ya que El Hierro, pese a superar el umbral de los 50 casos por 100.000 habitantes, no cumple todas las condiciones para incluirla como isla con alto nivel de transmisión.
Los indicadores del Ministerio de Sanidad
Como era de esperar, Sanidad ha metido mano. Este jueves se aprobó en la Conferencia Interterritorial un marco común de umbrales de riesgo para conocer la evolución real del virus en el país. El Gobierno de Sánchez se ha centrado en la presión en los hospitales (pacientes COVID-19 en UCI y resto de plantas), la incidencia acumulada (14 y 7 días) y la tasa de positividad (número de positivos por pruebas PCR realizadas). El texto propone cuatro niveles de riesgo: extremo, alto, medio y bajo. Y fue ratificado por todas las comunidades menos Euskadi y Madrid.
Para situar en un nivel u otro a cada territorio no hace falta cumplir con todos los criterios. Alcanzar al menos dos de los primeros (indicadores de transmisión) y uno de los segundos (capacidad asistencial) ya es suficiente. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha explicado que esta normativa no se dirige a las autonomías, sino a provincias y municipios. Si una región alcanza el nivel extremo, la comunidad autónoma podrá solicitar el estado de alarma para decretar las limitaciones que crea oportunas. Con todo esto, y según el análisis de datos que ha elaborado elDiario.es, Canarias está en el nivel de riesgo más bajo mientras que Aragón, Castilla y León, Castilla La-Mancha y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla están en el máximo.
Otro semáforo: el de la Unión Europea
Los Estados Miembros de la UE acordaron hace una semana armonizar los criterios epidemiológicos entre los Veintisiete para dar carpetazo al cierre de fronteras repentino que puso patas arriba al Viejo Continente durante la primavera. La intención de la Comisión es salvaguardar el espacio Schengen, uno de los grandes logros del organismo comunitario, y enmarcar un plan uniforme de medidas en un nuevo semáforo de restricciones. El documento reúne dos métricas fundamentales: la incidencia acumulada en los últimos 14 días (casos por cada 100.000 habitantes) y la tasa de positividad.
La Unión Europea ha informado que los ciudadanos de los Estados Miembros con semáforo en verde podrán viajar libremente por el continente. No obstante, aquellos individuos que provengan de países pintados en naranja o rojo lo tendrán más difícil. Aunque ojo: la Comisión no ha obligado a nada. Solo ha recomendado tomar medidas, que pueden ser cierre de fronteras u ordenar cuarentenas obligatorias, como se ha hecho hasta entonces de forma generalizada. Además, la posibilidad de hacer test PCR en aeropuertos queda a responsabilidad de cada Estado. Esta unificación de reglas va dirigida también a las comunidades autónomas, para que zonas como Canarias, con bajas tasas de incidencia, no se vean perjudicadas por la media nacional.
Los umbrales de riesgo para las cuatro grandes ciudades de Canarias
Cuando Madrid vivió los peores días de la segunda expansión del virus, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, informó que todas las grandes ciudades (aquellas con más de 100.000 habitantes) deberán atenerse a una serie de limitaciones en el caso de superar los siguientes umbrales de riesgo: que la incidencia acumulada (IA) por 100.000 habitantes en los últimos 14 días sea mayor de 500, que la tasa de ocupación en UCI por pacientes COVID-19 supere el 35%, y que la positividad sea mayor del 10% en las últimas dos semanas. Cuando un municipio acumule en conjunto estos tres datos se impondrán varias restricciones: limitación de entrada y salida, cierre de parques y reducción de aforos y reuniones sociales, entre otras medidas. Ninguna de las cuatro ciudades canarias que podrían verse afectadas (Las Palmas de Gran Canaria, Telde, Santa Cruz de Tenerife y La Laguna) se acercan a esas cifras.