II congreso Justicia y Sostenibilidad Democrática: la respuesta a la violencia de género

Los datos sobre violencias ocultas contra las mujeres que requieren de una respuesta coordinada y no solo penal

Jennifer Jiménez

15 de diciembre de 2022 22:10 h

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La delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, ha aportado este jueves datos reveladores sobre la violencia machista, que aún se encuentra oculta en la sociedad. El Ministerio de Igualdad ha avanzado este año en el compromiso de aportar las estadísticas de mujeres asesinadas por el hecho de serlo, más allá del ámbito de la pareja o expareja. Solo en el primer semestre del año se contabilizaron 19 feminicidios fuera de dicho ámbito (el único que se contabilizaba hasta ahora); 11 de los casos se habían producido en la familia. “El dato más sobrecogedor, no por no esperado, es que el 100% de los agresores eran conocidos”, apuntó.

“La violencia sobre la mujer además de ser sistémica, oculta y silenciada; también es un continuo en la vida de las mujeres”, destacó. En ese mismo período de tiempo, 23 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas. Rosell ha explicado estos datos en el II Congreso Justicia y Sostenibilidad Democrática: la respuesta a la violencia de género, en el que ha intervenido de forma telemática.

También rizo referencia a los datos reveladores de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer, donde quedó reflejado que solo el 8% de las víctimas de violencia sexual denuncia (por tanto, el sistema deja fuera al 92%). Todas estas violencias que son sistémicas, añadió, no pueden “tener una respuesta meramente penal”. Y, por ello, defendió la necesidad de avanzar hacia una respuesta “coordinada, integral y satisfactoria para las mujeres y la infancia”. En este sentido, subrayó la importancia de escuchar a las víctimas y supervivientes ya que ellas mismas son expertas de su propia experiencia.

El cómputo de feminicidios, destacó, es cada vez más necesario en un mundo impregnado de fake news o bulos. Por ello, sostener datos, considera que es primordial e insistió en “la necesidad de trabajar juntas y compartir saberes y experiencias para la mejor protección de las víctimas y supervivientes de todo tipo de violencias, ya que amplía la mirada y permite ver el problema completo”.

Durante su ponencia, recordó que la Ley Estatal de 2004 de Violencia de Género es un referente mundial. “Personalmente, ha sido una gran experiencia pasar de conocer la respuesta judicial de la violencia a conocer todo el ámbito de protección social”, resaltó. Son respuestas que cree que tienen que estar coordinadas entre sí.

“Los avances nunca han sido sencillos”

La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género hizo mención a que con la Ley de 2004, lo primero que trascendió al público fue la parte penal, lo cual cree que dice mucho del tipo de país y de lo que se vende a la sociedad como que da “seguridad”. Remarcó, que entonces fue lo judicial o penal lo primero que tuvo una gran resistencia con unas 180 cuestiones de inconstitucionalidad que dejaron paralizada la aplicación de la ley y supuso la puesta en cuestionamiento de la legitimidad del Gobierno autor de esa ley. Por ello, subrayó que “los avances nunca han sido sencillos”.

Sobre la violencia sexual, subrayó la importancia de ampliar “la mirada y la escucha”, puesto que las supervivientes lo que piden es que no vuelva a pasar, además de apoyo y reparación. “Y que no vuelva a pasar incluye que no haya violencia institucional”, apuntó la magistrada en excedencia.

Así mismo, sobre la Ley del Solo sí es sí, destacó que uno de los aspectos que recoge y que entrará en vigor el próximo año es que ante un caso de violencia sexual, “un Estado que sí que te cree”, con el consentimiento informado de la víctima, puede recoger las muestras que aporte y las guardará sin que tenga que denunciar ese momento.

Las madres de menores víctimas de violencia vicaria

Rosell explicó que las llamadas más duras que ha tenido que realizar en el cargo que ocupa han sido a las madres de menores víctimas de violencia vicaria. “Son víctimas de esta violencia tan cruel”, del “te voy a dar donde más te duele”. En este punto, hizo referencia a toda esa red de otras madres que se ayudan unas a otras como Itziar Prats, Ángela González Carreño (que puso 51 denuncias para alertar de la violencia que sufrían ella y su hija y, sin embargo, Andrea, fue asesinada por su padre en 2003.), Ruth Ortiz. “Son capas de redes que si funcionan realmente salvan vidas”. También recordó a la madre de Anna y Olivia, Beatriz Zimmerman, que aunque no requirió de ayuda institucional sí que se interesó por esa red de apoyo.

Sobre el término violencia vicaria también ha aportado su visión Sonia Vaccaro, la psicóloga que lo acuñó y que explicó que suele ser una violencia que aparece en el momento de divorcio. “La característica básica que las víctimas describen de estas violencias es el ataque al rol materno”, agregó.

En este tipo de violencia señaló que aún pervive el término “pater familia” romano. Los hombres que ejercen esta violencia usan a los hijos e hijas para dañar a las madres, descalificándolas y atacando su rol como madre. “En la actualidad sabemos que la violencia contra las mujeres no es solo física y sabemos que los hijos e hijas son víctimas también”, dijo. “Las secuelas que viven las hijas e hijos son tan profundas como las madres, es vivir en un ambiente bélico”, indicó.

Vaccaro hizo referencia a las “madres protectoras” que lo son porque saben el contexto que están viviendo sus menores con los padres. También rememoró algunos datos como que solo el 25% de las víctimas de violencia machista denuncia. “Tenemos una cifra oculta de un 75%” y “por más que se diga que se está hablando mucho de esto, lamentablemente se denuncia muy poco. Hay muchísimas que no están pudiendo decirlo”, añadió. La psicóloga hizo referencia a las últimas macroencuestas de violencia sobre la mujer del Ministerio de Igualdad y destacó algunos motivos de por qué no lo hacen como que minimizan el problema y normalizan la situación. Por ello insistió en acabar con el bulo de las denuncias falsas, un mito que aún pervive.