Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2012, que el INE publicará el próximo 24 de enero, se analiza la población laboral descontenta, entendiéndose por ésta a quienes no encuentran encaje suficiente entre sus demandas de empleo y la oferta existente: parados, personas que han abandonado la búsqueda activa de empleo por desánimo, y subempleados, esto es, aquellos que trabajan menos horas de las que quisieran. El descontento laboral es mayor en las comunidades con más paro, razón por la que las mayores tasas de descontentos (incluyendo a los parados) se encuentran en Andalucía (47%), Extremadura (45,8%), Comunidad Valenciana (44,1%) y Canarias (42,9%), frente a País Vasco (25,8%), Cantabria (27,2%) y Navarra (28,7%), que presentan las tasas más bajas.
Excluyendo a los desempleados del índice, las mayores tasas de descontentos laborales se dan en Comunidad Valenciana (16,7%), Extremadura (14,7%), Murcia (14,6%) y Castilla-La Mancha (14%), todas por encima de la media nacional, que en este caso se sitúa en el 12%. En el lado opuesto se sitúan Cataluña (8,5%), Asturias (9,7%), Cantabria (10%) y Galicia (10,1%).
La Rioja, Cantabria, Comunidad Valenciana y Baleares son las regiones donde más ha crecido el peso de los descontentos laborales desde el inicio de la crisis, frente a Galicia, Cantabria y Murcia, que presentan los menores incrementos.
Los autores de este estudio cifran en 8,6 millones las personas que podían considerarse descontentas laborales, lo que equivale al 36,5% de la población activa ajustada, una cifra que se ha más que duplicado desde el inicio de la crisis (15% en el tercer trimestre de 2007),
Aunque Afi y Agett explican en su mayoría el incremento de la proporción de descontentos laborales por la población desempleada (24,5%), también destacan el notable repunte que han experimentado los subempleados, que alcanzan ya los 2,3 millones de personas, casi un millón más que en el arranque de la crisis.
Los subempleados, que representan el 10% del total de la población activa ajustada, está mayoritariamente formado por mujeres, de entre 35 y 44 años, con formación media y empleadas en el sector servicios. Dentro del subempleo se incluye el empleo a tiempo parcial involuntario, situación en la que se encuentran 1,5 millones de personas en España, un 13,5% más que en el tercer trimestre de 2011.
Seis millones de desempleados
Esta encuesta también arrojará una tasa de paro del 26,13%, frente al 25% del trimestre anterior, y un número total de desempleados superior a los seis millones de personas, según las previsiones de Analistas Financieros Internacionales (AFI) y la patronal de grandes empresas de trabajo temporal (Agett).
Para realizar estos cálculos, que implican un incremento del paro de más de 200.000 personas en el último trimestre del año pasado, Afi y Agett presuponen que la población activa mostrará una caída interanual del 0,3% en el cuarto trimestre de 2012.
En cualquier caso, y a la vista de la divergencia de datos entre el paro registrado y la afiliación a la Seguridad Social del periodo octubre-diciembre, los autores de este informe no descartan “una corrección significativa de la población activa” en la última parte de 2012.
De hecho, una vez depurado el efecto de los cuidadores informales, la afiliación a la Seguridad Social cayó en cerca de 218.000 personas en el último trimestre del año pasado, mientras que el paro aumentó en el mismo periodo en 104.400 personas.
A la luz del comportamiento de la afiliación a la Seguridad Social en los tres últimos meses de 2012, Afi y Agett prevén que en este periodo se hayan destruido 322.000 empleos (-4,55% interanual), lo dejaría el total de ocupados a cierre del año pasado por debajo de los 17 millones, algo que no sucedía desde el primer trimestre de 2003.