MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
No es ningún secreto que las mujeres suelen ganar peso a medida que envejecen y uno de los causantes de este hecho es el estrógeno, una hormona sexual. Ahora, una investigación, publicada en 'Cell Metabolism', ha rastreado estos efectos hormonales sobre el metabolismo en diferentes partes del cerebro.
Los hallazgos podrían conducir al desarrollo de terapias de reemplazo hormonal altamente selectivo, que podrían ser utilizadas para combatir la obesidad o la infertilidad en las mujeres sin aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas o cáncer de mama.
“Cuando las mujeres se acercan a la menopausia, ganan peso en grasa y su gasto de energía baja”, explica la doctora Deborah Clegg, del Centro Médico Southwest de la Universidad de Texas, en Estados Unidos. Al caer los niveles de estrógeno, las mujeres son cada vez más susceptibles a la obesidad y al síndrome metabólico.
Los estrógenos actúan sobre receptores en todo el cuerpo, en la grasa, en los ovarios y en los músculos. Pero respecto a la influencia de esta hormona en el metabolismo, Clegg sospechaba que se debía a su acción sobre receptores específicos en el cerebro. Cuando su equipo eliminó estos receptores en el cerebro de los ratones, “éstos se volvieron muy, muy gordos”, dice Clegg. Los animales consumieron más calorías y quemaron menos.
Los investigadores demostraron que los ratones hembra que carecían de receptores de estrógenos a (ERa) en una parte del cerebro (el factor esteroidogénico hipotalámico-1 o neuronas SF-1) aumentaron de peso sin comer más. La pérdida de ERa en otra área del cerebro (la proopiomelanocortina hipotalámica o neuronas POMC) tuvo el efecto contrario: los animales comían más sin aumentar de peso. La pérdida de ERa en estas zonas neuronales también dio lugar a varios problemas en la ovulación y la fertilidad.
Los resultados sugieren que los fármacos desarrollados para actuar específicamente sobre los receptores de estrógeno en el cerebro podrían ofrecer una alternativa útil a las terapias de reemplazo hormonal que afectan a los receptores en todo el cuerpo. Los investigadores pretenden seguir su estudio para aislar otros efectos relacionados con el estrógeno y síntomas como, por ejemplo, los sofocos.