Laura Aguilera es directora de la Unidad de Igualdad de Género de la Universidad de La Laguna (ULL) y doctora en Psicología. Considera que las universidades tienen un papel muy importante para avanzar hacia la erradicación de la violencia machista. Defiende que esta universidad fue una de las primeras en implantar un protocolo contra el acoso sexual, un documento que este año se está mejorando.
El próximo año, la ULL prevé hacer un análisis sobre la seguridad del espacio, que “cuantos más seguros, mejor”. No obstante, considera que lo importante son las conductas que se desarrollan en ellos, que hay que prevenirlas. Subraya que sí que se está ofreciendo formación en Igualdad aunque en las acciones voluntarias suelen tener más presencia de estudiantes mujeres.
Se acerca el 25 de noviembre, fecha marcada en nuestros calendarios como Día Internacional Contra la Violencia Machista. ¿Qué papel cree que juegan las universidades para avanzar hacia su erradicación?
Las universidades tenemos un papel fundamental por varias cuestiones. Por un lado, generamos y atesoramos conocimiento, también en esta materia y podemos avanzar en cuestiones de investigación sobre formas de prevenirla, de tratarla, de entender cómo opera y justificar por qué es un problema social; y esto llevamos muchos años haciéndolo. En este sentido, las universidades tenemos una parte de responsabilidad hacia la sociedad y ese conocimiento, lo debemos trasladar a la misma. Por otro lado, somos el punto de partida de las y los futuros profesionales de canarias, aquí reciben su formación, y procuramos trasladar el conocimiento del que hablaba antes a su aplicación más práctica que luego esos y esas profesionales puedan integrarlo en su práctica diaria. Y, por último, la universidad no sólo forma profesionales, también personas, con unos valores entre los que procuramos que se lleven la equidad y la búsqueda de una sociedad más igualitaria como base de una sociedad sin violencia.
Este año, las campañas de concienciación desde las instituciones y colectivos van más enfocadas hacia la violencia sexual, especialmente por casos recientes como el de ‘La Manada’. ¿Cómo cree que se pueden prevenir desde los distintos ámbitos de la sociedad este tipo de agresiones?
Las agresiones sexuales, entre las que encontramos la violación, es otra forma más de violencia de género en su concepción más amplia de violencia que sufrimos las mujeres por el hecho de ser mujeres. Si formamos e informamos sobre la necesidad, la obligatoriedad, de respetar los derechos de las mujeres, que son los mismos que los de los hombres, será la única forma de lograr una sociedad sin discriminaciones que fomenten cualquier tipo de violencia. En el caso de las agresiones sexuales son elementos importantes sobre los que hacer hincapié para desmontarlos, la cosificación de las mujeres, su sexualización o el sometimiento que se nos infringe. Quienes deben y pueden desmontar esta forma de relación con las mujeres son los hombres, quienes agreden.
La ULL aprobó su protocolo contra el acoso sexual en 2014. ¿Cómo valora este documento? ¿qué balance hacen de su puesta en marcha?
Fue uno de los primeros protocolos en las universidades españolas y tiene unos puntos fuertes que son muy destacables, como por ejemplo su fundamentación normativa o el hecho de recurrir al peritaje externo para avanzar en la resolución de los casos; pero con la aplicación del mismo estos años se ha comprobado que hay cosas que se pueden matizar y mejorar. Desde mayo de 2018 se ha estado trabajando en una reforma con representación de toda la comunidad universitaria que ya está prácticamente finalizada.
Han salido a la luz en distintas universidades casos de acoso a las alumnas, tanto por parte del profesorado como por parte de compañeros y estos casos también han sucedido en la ULL. Una alumna que esté pasando por esta situación en la ULL, ¿cómo puede solicitar ayuda? ¿qué medidas se ponen a su alcance?
El protocolo de prevención y actuación frente al acoso sexual y el acoso sexista es una herramienta fundamental, pero está claro que hay que conocerlo para poder hacer uso de el, para poder activarlo y poner en marcha los mecanismos de protección necesarios. También es importante conocer otros recursos con los que cuenta la Universidad, como son la Unidad de Igualdad de Género o la red de Representantes en Políticas de Igualdad. Desde estas estructuras, que al fin y al cabo son personas comprometidas y sensibilizadas, se puede acompañar y apoyar a quienes decidan activar dicho protocolo.
¿Cree que las universidades deberían avanzar más para convertirse en centros más seguros? Por ejemplo, contar con una buena iluminación por la noche, tener más vigilancia… ¿se contemplan estas reivindicaciones desde la Unidad de Igualdad de la ULL?
El próximo año está previsto que se lleve a cabo un análisis del uso de los espacios porque está claro que cuanto más seguros mejor; pero lo importante no son tanto los espacios en sí, sino las conductas que se desarrollan en ellos. Es decir, las alumnas pueden ser hostigadas en un espacio con poca luz pero también al aire libre, lo que hay que prevenir es la conducta.
¿Considera que se deberían dotar a las áreas de igualdad de mayores recursos económicos y humanos?
Con más recursos se pueden hacer más cosas y también con una buena disposición y organización por parte de los agentes implicados.
¿Suele fomentarse la formación en Igualdad para personal y alumnos de la ULL? Cuándo se promueven seminarios o cursos de este tipo, ¿suelen tener participación? ¿están los hombres interesados en estos temas?
Sí, claro, desde varias vías. En el Plan de Formación para el Profesorado todos los cursos se ofrece formación en este sentido, de forma específica y transversal. El Instituto Universitario de Estudios de las Mujeres, organiza jornadas y seminarios para todo el personal y desde la Unidad de Igualdad de Género se lleva algunos cursos ofertando formación gratuita e incluso convalidable por créditos para todo el alumnado y este será el segundo año en que se celebre una jornada específica para el 25 de noviembre (el lunes 26 de noviembre por la mañana, en la Pirámide, se leerá un manifiesto contra la violencia de género y se celebrarán tres talleres prácticos para alumnado). Además, las diferentes facultades y escuelas también organizan acciones formativas para el alumnado, tanto dentro del POAT (Plan de Organización y Acción Tutorial), como fuera del mismo. Este curso se ha llevado a cabo una acción muy ambiciosa en la que se ha dado formación en género, igualdad y prevención de las violencias de género a todos los primeros de todos los grados. Hemos alcanzado a más de 1.500 alumnos y alumnas.
Pero sí, a las acciones voluntarias, suele acudir mayoría de público femenino.