El ciudadano marroquí que ha sido detenido este martes en Las Palmas de Gran Canaria por presuntos delitos de enaltecimiento del terrorismo yihadista apenas llevaba quince días en el domicilio donde lo ha localizado e interceptado la Guardia Civil, según ha confirmado a la prensa su casero.
El arrestado residía con su mujer y dos niños pequeños en una vivienda situada en el barrio de San Juan, en un callejón de empinados escalones que este martes estaba tomado por efectivos policiales.
“Yo no noté nada extraño, de lo contrario no les habría alquilado la vivienda. Eran unos musulmanes normales”, ha explicado Rafael, su casero, al concluir las más de cuatro horas de registro.
Todavía con el susto en el cuerpo por la irrupción de los agentes en su edificio, este vecino del barrio de San Juan ha subrayado que sus inquilinos apenas llevaban “quince días en la casa”.
Por ello, solo sabe que hasta ahora habían pagado semanalmente el alquiler pactado y que nadie en el barrio había visto nada raro a su alrededor. “Me hubiera enterado”, ha añadido.
La compañera del sospechoso también se ha dirigido brevemente a los periodistas tras la puerta de la vivienda, sin llegar a abrirla, para defender que “han detenido a un inocente”.