La Guardia Civil ha detenido a cinco personas por el asalto el pasado mes de enero en una vivienda habitada en San Bartolomé (Lanzarote), cuyo propietario, José Antonio Perera, acaba de fallecer.
Los detenidos secuestraron presuntamente al matrimonio que residía en la vivienda, y torturaron al varón empleando una violencia inusitada, como el empleo de corriente eléctrica en diferentes partes de cuerpo y golpes en la cabeza con un objeto contundente.
Durante la investigación, bajo el nombre de Operación Caldereta se pudo determinar que se trataba de un grupo organizado de personas dedicadas a la comisión de todo tipo de delitos relacionados con el patrimonio en distintas islas del Archipiélago, que no dudaban en ejercer gran violencia en las personas que eran seleccionadas como víctimas de sus acciones.
Los integrantes de este grupo estaban radicados, en su mayoría, en la isla de Tenerife de donde procedían, pero con nexos de unión en la isla de Lanzarote de donde provenía alguno de su miembros, quienes eran también los encargados de proporcionar la información y logística necesaria para poder cometer tales actos.
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