La compañía Disa declaro que pidió hace medio año permiso al Cabildo de Gran Canaria para cambiar el conducto de fuel que une sus instalaciones en Salineta con la central de Unelco y situarla al otro lado de la autovía, informaron fuentes municipales.
El trayecto actual de la tubería atraviesa un talud artificial, uno de los motivos por los que pidió el traslado, apuntaron.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria pedirá, en cualquier caso, una auditoría a la compañía, aunque lo primero es reponer la zona afectada y, con posterioridad, dirimir responsabilidades.
Así, en el tercer día tras el vertido en Las Gaviotas, el dispositivo de limpieza continúa con 26 operarios de la sociedad estatal Tracsa, que coordina los trabajos por estar especializada en este tipo de actuaciones. Ademas, 39 de Disa, que la empresa desde el primer momento ha puesto a disposición sus recursos. Y 10 del servicio municipal de limpieza y cinco amarradores del Puerto del Las Palmas.
Tras retirar los carburantes del agua y la arena, y arrancar manualmente parte del fuel pegado a la roca, este lunes se procedió a limpiar los restos con ocho máquinas de agua caliente y vapor, tres de ellas de Disa y cinco de Tracsa.
El Ayuntamiento capitalino vigila de cerca los trabajos, que terminarán entre este martes y este miercoles, aunque lo importante no es cuánto tardarán, sino cómo quede.
Además, la próxima semana habrá una reunión con el consejero de Medio Ambiente del Gobierno canario, Domingo Berriel para estudiar los riesgos corridos y las estrategias a seguir.