La sociedad de aguas de Las Palmas de Gran Canaria ha anunciado este sábado que ha puesto en marcha un plan de contingencia para garantizar el suministro ante la situación generada por la crisis del coronavirus COVID-19 y ha decidido suspender los cortes de servicio por impago de facturas.
En un comunicado, Emalsa subraya que ha tomado medidas para asegurar en estas circunstancias la producción de agua potable, su distribución, saneamiento y depuración, servicios que presta en la capital grancanaria, el puerto de La Luz y Santa Brígida.
Además, ha reforzado las precauciones para evitar el riesgo de contagio de coronavirus entre sus trabajadores, con información preventiva, distribución de dispensadores de desinfectantes y limpiadores en los centros de trabajo y flota de vehículos y refuerzo de la limpieza de las instalaciones y oficinas.
También ha cancelado temporalmente las visitas de grupos a las instalaciones de Emalsa y está llevando “un riguroso control en las visitas de personal externo a todas las instalaciones de la compañía”, señala la empresa.
Asimismo, ha suspendido las acciones formativas internas y externas al personal, así como la realización de prácticas de empresa; ha sustituido reuniones presenciales por telemáticas y ha generalizado el teletrabajo en aquellos puestos que era posible.
“Emalsa ha creado equipos humanos que trabajarán de manera aislada y de forma autónoma, prestando especial atención a los centros de trabajo de carácter crítico, como pueden ser las estaciones depuradoras, desaladora, laboratorio y personal del centro de explotación de Las Brujas, en los que el trabajo se realiza en régimen de turnos”, detalla.
Debido al estado de alarma decretado por el Gobierno, las oficinas de atención al cliente de Emalsa permanecerán cerradas, pero la empresa atenderá sus clientes en los teléfonos 900 87 87 91, durante 24 horas, y las líneas 928 926 033 y 902 36 17 40.