Han pasado nueve años y Chaxiraxi Afonso, la madre del bebé que murió en Tenerife en el año 2000 por un error idéntico al que le ha costado la vida a Rayán, todavía se pregunta cómo el enfermero pudo equivocar la vía nasogástrica con la parenteral e inyectar en las venas de su hijo, que tenía 16 días de vida, 20 mililitros de leche. “Dicen que el enfermero cometió un error letal. La justicia lo vio así, pero para mí es y siempre será el asesino de mi hijo”.
Brian Jesús nació por cesárea en el Hospital de La Candelaria, en Santa Cruz de Tenerife, el 6 de diciembre de 2000, a las 32 semanas de gestación y con bajo peso, 875 gramos. Logró sobrevivir en la UCI y dos semanas después pasó a la unidad de cuidados intermedios. Evolucionaba bien, había alcanzado el kilo de peso, pero a las 00.30 horas del 21 de diciembre, Ramón S., un ATS que provenía del servicio de incidencias y no tenía experiencia con neonatos, se equivocó de vía y causó involuntariamente la muerte del bebé.
“Cuando recibimos la llamada del hospital nos dijeron que el niño estaba grave, pero no nos informaron de nada más. Ni siquiera se dirigieron a nosotros para decirnos que el niño había muerto”.
Para Chaxiraxi, al error del ATS se sumó “el maltrato que nos dispensaron los médicos y los enfermeros. No nos querían decir cómo pudo sobrevenirle la muerte, no nos dieron ninguna explicación, tan sólo que el niño se había puesto grave, pero yo insistí e insistí. Lo averiguamos al día siguiente gracias a la médico forense. No le habían hecho aún la autopsia a Brian, pero ya constaba en su informe la causa de la muerte de mi hijo”.
“Nunca nos pidió perdón”
Chaxiraxi arremete contra el ATS pero también contra todo el Servicio Canario de Salud y la propia Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, que nunca le pidieron disculpas por ese error letal. “El ATS nunca nos pidió perdón, ni cuando mató a mi hijo, ni durante los cinco años que duró la instrucción judicial del caso, ni cuando se celebró el juicio”.
Asegura que vio en varias ocasiones al enfermero después de ese error fatal. “Un día tuve que plantarme delante de él y decirle 'soy la madre del niño que mataste', pero él me contestó que se había olvidado de mi cara. Dicen que lo ha pasado mal, pero yo no le he visto sufrir tanto como sostiene”.
Tampoco recibieron disculpas, dice la madre de Brian, de los organismos oficiales ni de la Dirección del Hospital. “El trato humano que nos dispensaron a mí y a mi marido fue pésimo. Ni siquiera nos llamó el director general del Enfermería, que ahora afirma que es muy fácil equivocarse. Yo no lo entiendo”.
“Los alimentos y las medicinas están etiquetados, basta con leer en los envases”, añade Chaxiraxi. “Además, se supone que son personas tituladas que han llevado a cabo un proceso de formación para ejercer la enfermería. Ni hace nueve años ni ahora puedo admitir la excusa de que equivocarse es fácil. Mi hijo ya tenía la sonda en la nariz y sólo había que conectarle la vía de leche”.
116.000 euros al cabo de cinco años
Cinco años más tarde, en marzo de 2005, el juzgado de lo Penal celebró el juicio por homicidio imprudente. La acusación particular pidió dos años de cárcel y seis de inhabilitación profesional para Ramón, además de 450.000 euros de indemnización para Chaxiraxi Afonso y su marido Antonio Barrera. La Fiscalía rebajó la indemnización a 150.000 euros, pero el fallo se saldó finalmente con 116.000 euros a los que se añadieron un 20% de intereses por demora.
“Te quedas marcada de por vida. La primera vez que tuve a mi hijo en brazos ya estaba muerto. También me dejó marcada para siempre el maltrato que recibí, que hasta mi marido tuvo que pedir a los médicos un poco de respeto, pero por fuerza he terminado aprendiendo a vivir con este dolor. No quise ir al psicólogo. He hablado mucho con amigos y familiares de la muerte de Brian y eso me ha permitido desahogarme”.
Sin embargo, ahora? “Ahora con la muerte de Rayán estamos reviviendo cada segundo de lo que le ocurrió a nuestro hijo. Por eso le digo a Mohamed que no se rinda hasta esclarecer con pelos y señales por qué su hijo y su esposa están muertos”.