Edith Enriqueta Volo, ex esposa de Fernando Torres Baena, declaró el viernes 12 de marzo ante el juez instructor del caso kárate en calidad de imputada por comisión de un delito por omisión, ante la sospecha judicial de que no protegió a sus hijos de presuntos abusos sexuales promovidos por su padre dentro de la denominada secta del kárate.
Ante el magistrado Parramón negó tener conocimiento de que sus hijos participaran en las actividades sexuales promovidas por su padre en el casa de Playa de Vargas, como así lo han señalado varios testigos presuntas víctimas de la trama bajo investigación, aunque sí admitió haber mantenido ella misma relaciones con alumnos por indicación de su ex marido, unos hechos ya prescritos al producirse hace más de quince años.
Sin embargo, el viernes pasado no fue el primer contacto que tuvo la ex esposa de Torres Baena con el caso. El mismo día de las detenciones del director de la escuela, su compañera sentimental María José González, su hermano José Agustín, así como los monitores Ivonne González y Juan Luis Benitez, Edith Volo llamó a la Policía Nacional identificándose solamente como abogada interesada en hacerse cargo de la defensa de la pareja de su ex marido y su hermano.
El hecho fue reflejado por la Policía Nacional en una diligencia de incidente con letrada, al percartarse los investigadores con posterioridad a la llamada telefónica, producida a las 9:00 horas del 3 de febrero de este año, de que la letrada interesada en defender a dos de los detenidos era la ex mujer de Torres Baena.
La madre de los hijos del karateca -dos de ellos también han negado ante el juez haber sido forzados por su padre a mantener relaciones sexuales, ya fuera con él mismo o con otros alumnos- preguntó al policía de guardia datos sobre las demás personas detenidas y las circunstancias de su detención. Finalmente Edith Volo no ha ejercido la defensa de ninguno de los cinco imputados en el caso.